Adaptada a cada paciente

La vacuna contra el cáncer podría estar lista en meses

Las farmacéuticas Merck y Moderna ensayan un suero con tecnología de ARNm contra el melanoma de alto riesgo, cuya efectividad se conocerá próximamente

Los científicos que han desarrollado esta herramienta esperan que sea útil para priorizar qué grupos de riesgo deben adelantarse en la vacunación frente a la Covid-19
Los científicos que han desarrollado esta herramienta esperan que sea útil para priorizar qué grupos de riesgo deben adelantarse en la vacunación frente a la Covid-19Servicio Ilustrado (Automático)INSTITUTO NACIONAL DE CÁNCER

Los gigantes farmacéuticos Merck y Moderna se han unido para desarrollar una vacuna contra el cáncer que se basa en la misma tecnología utilizada en las inyecciones contra la covid. La nueva inyección, diseñada para personas con melanoma de alto riesgo, se encuentra en el segundo de tres ensayos y se espera un veredicto sobre si funciona o no dentro de unos meses, según informa el Daily Mail.

El suero aprovecha la tecnología de ARNm que utiliza fragmentos de código genético de los tumores de los pacientes para enseñar al cuerpo a combatir el cáncer.

La vacuna se administra a las personas después de la cirugía para evitar que el tumor regrese y se adapta a cada paciente, lo que implica que no habrá dos inyecciones iguales. Esto significa que este tratamiento podría ser muy caro. Las vacunas similares contra el cáncer que se están probando cuestan alrededor de 100.000 euros por dosis.

Merck y Moderna compartirán los costes comerciales y de producción y dividirán las ganancias si sale al mercado. La colaboración ha entusiasmado a los mercados, lo que hizo que las acciones de Moderna subieran un 16% en bolsa el miércoles.

MRNA está liderando la frontera de posibles curas contra el cáncer después de que la tecnología se acelerase rápidamente durante la pandemia, lo que llevó a las dos vacunas Covid más exitosas, fabricadas por Pfizer y Moderna.

El proceso de fabricación de la vacuna comienza con la identificación de las mutaciones genéticas en las células tumorales de un paciente que podrían liberar neoantígenos (proteínas incompletas o defectuosas de las células cancerígenas). Al paciente se le habrá extirpado quirúrgicamente el tumor, lo que significa que los científicos pueden observar fácilmente las células del tumor.

Los algoritmos informáticos juzgan qué neoantígenos tienen más probabilidades de adherirse a los receptores de los glóbulos blancos y desencadenar una respuesta inmunitaria. El pinchazo personalizado puede contener secuencias genéticas de hasta 34 neoantígenos diferentes.

Se espera que la vacuna de ARNm active los glóbulos blancos que pueden reconocer células cancerosas individuales gracias a los neoantígenos de las células cancerosas.

La vacuna enseñará efectivamente al sistema inmunológico que las células cancerosas son diferentes al resto del cuerpo. Con suerte, esto no será demasiado difícil, ya que los neoantígenos no se forman en las células normales. Una vez que se han recolectado muestras de tejido de un paciente, llevará entre uno y dos meses fabricar una vacuna personalizada contra el cáncer de ARNm.

En un estudio anterior patrocinado por Moderna de una vacuna personalizada contra el cáncer en pacientes con tumores cerebrales y de cuello la empresa de biotecnología produjo cada inyección individualizada en unas seis semanas.