Psicología

Qué es la turofobia y por qué alguien podría desarrollar miedo al queso

Los desórdenes de ansiedad encabezan la lista de los problemas de salud mental más frecuentes. Y dentro de los trastornos de ansiedad, uno de los más comunes son las fobias

Hay expertos que han llegado a asegurar que podría haber hasta un 15% de la población afectada por algún tipo de fobia más o menos graves | Fuente: EFE/ Raquel Manzanres
Hay expertos que han llegado a asegurar que podría haber hasta un 15% de la población afectada por algún tipo de fobia más o menos graves | Fuente: EFE/ Raquel ManzanresRAQUEL MANZANRESAgencia EFE

Los desórdenes de ansiedad encabezan la lista de los problemas de salud mental más frecuentes. De acuerdo con los registros clínicos de atención primaria publicados por el Ministerio de Sanidad en el año 2020, los trastornos de ansiedad afectan a -nada más y nada menos- que a un 6,7% de la población española... y eso que España no es ninguna excepción.

En realidad, si se consultan todas las fuentes, los trastornos mentales incluidos en esta categoría (ansiedad) siempre encabezan la lista. Y dentro de los trastornos de ansiedad, uno de los más comunes son las fobias. De hecho, hay expertos que han llegado a asegurar, que podría haber hasta un 15% de la población afectada por algún tipo de fobia. Evidentemente, dentro de este grupo se incluirían algunas fobias de poca o ninguna gravedad… y que no son -de ninguna forma- incapacitantes.

Hasta un 15% de la población mundial podría padecer algún tipo de fobia. Los más frecuentes son estos siete | Fuente: Dreamstime
Hasta un 15% de la población mundial podría padecer algún tipo de fobia. Los más frecuentes son estos siete | Fuente: DreamstimeDreamstime

Independientemente de cuáles sean las cifras reales de prevalencia de las fobias, la realidad es que hay muchas personas afectadas por ellas. Normalmente, estas fobias se manifiestan con pensamientos catastróficos ante un estímulo en concreto. Lo que puede empujarles a vivir una vida de llena de límites autoimpuestos... frente a algo que -al final del día- no representa ningún peligro real.

Y dependiendo de la gravedad de la alteración, podrían llegar -incluso- a aparecer síntomas físicos como nauseas, elevación de la tensión arterial y taquicardia, sequedad de la boca, temblores, dolor de cabeza o sudoración excesiva.

¿Qué es la turofobia?

Algunas fobias, como la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) o la hematofobia (aversión a la sangre) son muy comunes… y son de sobra conocidas. Sin embargo, hay otras fobias específicas que son mucho menos comunes, mucho menos conocidas… y mucho más extrañas. Buen ejemplo de ello son la xantofobia, que es miedo al color amarillo; la metrofobia, que es el miedo a la poesía o la hexakosioihexekontahexafobia, que es el miedo al número 666.

Hoy vamos a hablar de otra de estas fobias específicas (que también es bastante extraña): la turofobia, que es la fobia al queso.

Para las personas que padecen turofobia, el aroma, la imagen o -incluso- la idea del queso es suficiente para desencadenar una reacción de pánico | Fuente: Europa Press
Para las personas que padecen turofobia, el aroma, la imagen o -incluso- la idea del queso es suficiente para desencadenar una reacción de pánico | Fuente: Europa PressPARMIGIANO REGGIANOPARMIGIANO REGGIANO

Para las personas que padecen turofobia, el aroma, la imagen o -incluso- la idea del queso es suficiente para desencadenar una reacción de pánico. No estamos hablando de que experimenten el simple rechazo hacia el queso. Y tampoco se trata de una intolerancia alimenticia... o de que su sabor les genere aversión... se trata de una fobia. Es decir, que no es una situación que podamos solucionar dándoles a probar diferentes tipos de queso... hasta que demos con aquel que les haga cambiar de idea.

La fobia al queso puede complicar sustancialmente la vida de una persona. Por mucho que los afectados no puedan acercarse al queso... no es así para las personas que les rodean. Imagine el lector cómo sería ir a cenar a un restaurante con amigos y tener que soportar al resto de personas de la mesa disfrutando de algo que puede generarte una crisis de ansiedad... o imagine -incluso- cómo debe ser que nos sirvan por error un plato que incluya queso en la receta.

Y si esa persona vive sola... todavía tendrá un espacio donde refugiarse, porque no dejará que nadie meta queso en su hogar. Pero, ¿Y si tiene familia?, ¿Y si a su familia le encanta el queso?¿Y cómo puede mantenerse una dieta normal cuando tenemos que evitar la infinidad de platos que se cocinan con queso?...¿Cómo puede tener una convivencia tranquila una persona que siente verdadero pánico cuando se encuentra en presencia de algo que el resto del mundo adora?.

¿Cómo se le puede tener miedo al queso?

Náuseas, mareos, palpitaciones, pensamientos distorsionados, sensación de irrealidad, ataques de pánico, (...) son sólo algunas de las formas en las que podría llegar a manifestarse la turofobia. Con estos síntomas, no podemos considerar a la fobia al queso (o a cualquier otra cosa) como un trastorno de ansiedad menor... o algo frívolo o extravagante. Más bien, debemos considerarlo un trastorno de gravedad que necesita abordarse con cuidado. Pero, ¿Cómo se origina?

Queso fresco
Queso frescoLa Razón

El origen de la turofobía (o de cualquier fobia específica) es todavía una materia muy debatida... y diferentes corrientes de la psicología sostienen diferentes teorías al respecto: la corriente cognitivo-conductual, que es una de las más aceptada, defiende que las fobias se originan a raíz de recompensas y castigos durante el aprendizaje.

Si durante nuestro desarrollo vivimos una experiencia traumática relacionada con el estímulo que provoca la fobia (en este caso, el queso), esta pudo condicionarnos a tener esa misma reacción ante ese mismo estímulo. Después de la primera reacción fóbica ante el estímulo en cuestión, nuestro mente refuerza la reacción ampliando el espectro de miedos. Así, cuando volvamos a estar en presencia del queso, se generará una sensación de peligro en nuestra mente.