¿No sabe qué hacer con las monedas de 1 y 2 céntimos? Aquí las aceptan

Las monedas de uno y dos céntimos se han convertido en un problema para los países de la eurozona. Por un lado, suponen un gran coste de producción, superior al propio valor de la moneda, y, por otro, mucha de esta calderilla se pierde o se acumula ante la imposibilidad de pagar con ella, ya que estas monedas pequeñas no son aceptadas en la mayoría de las máquinas expendedoras o en los parquímetros de las ciudades.

Desde la entrada de la moneda única en 2002 se han emitido 137 monedas de uno y dos céntimos por cada ciudadano europeo, lo que supone 45,8 billones de euros en calderilla. Esta producción ha provocado unas pérdidas de más de 1.400 millones.

Desde hace años, la Comisión Europea se plantea la retirada definitiva de estas monedas sin apenas valor comercial y en 2020 lanzó una iniciativa para estudiar la posibilidad de introducir una norma para redondear los pagos en efectivo a los 5 céntimos más cercanos, lo que podría dar pie a su desaparición. De momento no se ha tomado ninguna decisión conjunta, pero países como Italia, Países Bajos, Bélgica, Irlanda o Finlandia ya han suspendido su uso, y para los pagos en efectivo se usan reglas de redondeo a 5 céntimos.

El rechazo de los europeos a las monedas de 1 y 2 céntimos también quedó reflejado en un Eurobarómetro de 2021, donde el 65% de los europeos estaba a favor de que dejaran de existir. En el caso de España, hasta un 58% de la población era partidaria de eliminarlas.

Otro de los motivos para acabar con las monedas de menor valor es el impacto que su producción tiene sobre el medio ambiente. Las monedas de uno y dos céntimos están hechas de acero recubierto de cobre y para su fabricación se necesitan otros recursos como agua y compuestos químicos.

Ante esta perspectiva, Manos Unidas ha puesto en marcha su campaña “¡Quítate un peso de encima por una buena causa! Dona tus céntimos”, en la que ofrecen la posibilidad de librarse de estas incómodas monedas y ayudar a financiar proyectos de desarrollo en los más de 50 países en los que la organización está presente.

“Todos llevamos estas monedas en el bolsillo o en el monedero, o las vamos acumulando en botes. Ahora queremos que te “liberes de ese peso” y que, al donarlas a Manos Unidas, nos ayudes a construir un mundo mejor”, ha explicado Cecilia Pilar, presidenta de la ONGD.

La recogida de estos céntimos acumulados se llevará a cabo en las 72 delegaciones que tiene la organización en España así como en establecimientos colaboradores.