Sanidad fija cuatro niveles de alerta por el frío invernal

España va a disponer de un plan nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas. Dependerá del Ministerio de Sanidad y, con carácter general, se activará el 1 de diciembre y se desactivará el 31 de marzo de cada temporada. El plan incluirá cuatro niveles de alerta –a los que denomina 0,1,2 y 3– en función de las temperaturas mínimas y otros parámetros registrados en cada capital de provincia, y en cada uno de ellos incluye un paquete de medidas dirigido a mitigar los efectos del frío en la salud de la población y a reducir también la mortalidad, que siempre es mayor que en las olas de calor.

El documento, que será debatido en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud previsiblemente en el mes de diciembre, y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, contempla para los niveles 0 y 1 la puesta en marcha de programas de actuación por parte de los servicios sociales, la información a la población sobre las medidas generales de protección y prevención individuales y el entorno inmediato, información a la población sobre las personas y grupos más vulnerables, y la coordinación con las comunidades autónomas para la aplicación de la campaña de información a los profesionales y de sensibilización al público, entre otras medidas.

En el nivel 2 propone intensificar precisamente esa coordinación con las autonomías y de la información sobre el significado del nivel de riesgo para la salud, y la emisión de consejos y recomendaciones sanitarias acordes al nivel de riesgo. También se valorará la adopción de medidas adicionales de carácter general o dirigidas a colectivos específicos.

En el nivel 3 de riesgo el documento propone reforzar las medidas aplicadas en el nivel 2 y también una comunicación inmediata a los miembros del grupo de trabajo interministerial y a los responsables de las comunidades autónomas afectadas de la presentación del nivel de riesgo para la salud, para la valoración de las actuaciones que pudiesen ser necesarias en cada caso para gestionar el riesgo. También intervendría en este nivel el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que todavía dirige Fernando Simón, para valorar el estado de la situación.

El plan incide de manera especial en la comunicación e información a la población, los grupos de mayor riesgo, y los profesionales de la Sanidad y los servicios sociales. Según subraya, durante el periodo de activación del plan estará disponible en la página web del Ministerio de Sanidad toda la información relativa al mismo, se informará a los ciudadanos a través de redes sociales como Facebook y Twitter, y «se pondrá a disposición de aquellos ciudadanos que lo deseen un servicio de suscripción de temperaturas y niveles de riesgo, a través del cual podrán recibir un correo electrónico y/o SMS con la información diaria sobre las temperaturas y el nivel de riesgo para la salud de aquellas provincias que les sean de interés», subraya.

Asimismo, se realizarán actividades de prevención individual para afrontar las bajas temperaturas con medidas fáciles y accesibles, y para ello «se pretende fomentar la solidaridad y la capacidad de prevención en el entorno familiar, vecinal y comunitario, especialmente para atender a las personas enfermas y socioeconómicamente más necesitadas».

Umbrales de referencia por provincia

En el documento, Sanidad fija además los umbrales de referencia de impacto de salud por temperaturas en función de la provincia. Los sitúa, por ejemplo, en 3,8 ºC en Barcelona; 1,9 ºC en la ciudad de Madrid;-2,8 ºC en Guadalajara, o 4,4 ºC en Sevilla. Los umbrales más bajos los establece en Teruel, con -6,7 ºC, y en León, con -5,8 ºC. Los más altos los sitúa en Santa Cruz de Tenerife, con 13,8 ºC, y en Las Palmas, con 13 ºC, y dentro de la Península, en Almería, con 6,2 ºC.

En contra de lo que se piensa, la mortalidad invernal, a pesar del calentamiento global, sigue siendo superior a la mortalidad estival. Así lo refleja el Ministerio de Sanidad en el plan nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas. En él subraya que tal afirmación se sustenta con datos de la provincia de Madrid, «pero que generalmente sigue el mismo patrón en todo tipo de poblaciones». Añade que «la mortalidad tiende a crecer en forma de U o de V, es decir, por ambos extremos». Sin embargo, «hacia el extremo de las bajas temperaturas es donde alcanza cotas de mortalidad más altas». Según el Instituto de Salud Carlos III, el riesgo de mortalidad atribuible al frío extremo crece con una probabilidad del 95%, entre un 9,1% y un 13,8% por cada grado que baja la temperatura.