Tribunales

12 años de cárcel por intentar matar a hachazos a su mujer en su restaurante

El condenado asestó a la víctima dos golpes con el arma en la parte posterior del cuello

Hacha incautada al agresor de la gasolinera en Alicante
Hacha incautada al agresor de la gasolinera en AlicanteH50 Digital PolicialLa Razón

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de doce años y diez meses de prisión a un hombre que trató de asesinar a su mujer a hachazos en la cocina del restaurante que ambos regentaban en Barcelona.

La Sala de lo Penal ha dictado una sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, que rechaza el recurso del condenado contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ratificó otra de la Audiencia de Barcelona, por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de lesiones.

Además de la pena de prisión, el Supremo confirma la prohibición de acercarse y comunicarse con la victima durante 22 años y diez meses así como una indemnización de 59.840 euros.

El condenado y la víctima, ambos de nacionalidad china, vivían con sus tres hijos en Barcelona donde regentaban un restaurante, si bien desde 2016 el matrimonio se encontraba “sumido en una profunda crisis de pareja” con “frecuentes discusiones” en relación a un divorcio que quería la mujer y que se produjo ya en 2018.

Los hechos ocurrieron entre el 6 y el 10 de julio de 2016. El primer día, se produjo una discusión entre ambos en su casa en la que el condenado le propinó diversos puñetazos y golpes con la mano.

Cuatro días más tarde, tuvo lugar una nueva discursión en el restaurante en presencia de uno de sus hijos, en la que ella cogió de las mejillas a su marido y le propinó una ligera patada.

Fue entonces, cuando el condenado se levantó súbitamente de su asiento y cogiendo a su esposa de la parte posterior del cuello entre el pelo y la ropa, la llevó hasta la cocina no sin antes decir a su hijo que saliera y llamara a la policía.

Una vez allí, cogió un hacha de cocina y asestó un primer golpe en el muslo izquierdo de la mujer e inmediatamente “con ánimo de acabar con su vida” le asestó dos golpes con el hacha en la parte posterior del cuello, mientras ella estaba semiagachada y sin poder moverse.

Justo cuando el condenado estaba encima de su esposa, dos clientes entraron en la cocina alertados por los gritos de la mujer y lograron reducir al hombre hasta que llegó la policía. La atención médica urgente impidió la muerte de la mujer.

En su recurso, el condenado alega la existencia de un desistimiento voluntario ya que no quiso consumar la muerte, pero el Supremo responde que “en ningún momento se desarrolla una conducta de desistir en la acción y mucho menos de un desistimiento activo” cuando el condenado tuvo que se apartado y reducido por la fuerza por dos clientes cuando estaba encima de la mujer, informa Efe.