¿Cuál es la diferencia entre perfume y colonia?

Muchas personas utilizan estos dos términos indistintamente. Hay otras que incluso creen que la diferencia entre ambos es que los perfumes son para mujeres y las colonias son para hombres. Pero están equivocados. Si bien ambas sustancias tienen como objetivo último dar una fragancia a quien lo lleva, la verdad es que hay una diferencia fundamental entre ellas: su composición.

La diferencia está en la densidad

Si bien la palabra “perfume” es relativamente moderna y procede de Francia, para encontrar las primeras referencias al uso y fabricación de perfumes tenemos que irnos hasta la Mesopotamia del segundo milenio antes de Cristo. La colonia, por su parte, tiene un origen mucho más reciente. Concretamente, las primeras colonias se desarrollaron en el año 1790 en Alemania, en la ciudad de Colonia.

Básicamente, la diferencia entre una fragancia y la otra es la concentración de los compuestos aromáticos, aceites esenciales y el volumen de etanol utilizado para prepararse. Aunque también tiene mucho que ver con la calidad de los ingredientes… y nada que ver con que el producto esté pensado para hombres o para mujeres.

Las colonias tienen una concentración de aceites esenciales que se mueve entre el 7 y el 15%… y que se mezclan con alcohol de 70º a 90º. Mientras tanto, empezaremos a hablar de perfume cuando la concentración de aceites esenciales supere el 20% y se utilice alcohol de más de 85º.

Como el lector habrá podido intuir, el hecho de que la concentración de compuestos aromáticos sea mayor en el perfume, hace que su fragancia sea más intensa y se conserve durante mucho más tiempo que en la colonia. Por eso las colonias son más baratas que los perfumes. Y por eso es posible encontrar la misma fragancia en un formato de colonia y en un formato de perfume.

Hacer que la colonia dure más tiempo

El aroma de las perfumes suele impregnar el cuerpo durante unas siete horas. Mientras tanto, el de los perfumes suele durar unas 2 horas, aproximadamente. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para compensar parte de esta diferencia y hacer que el efecto de la colonia dure más tiempo:

Un error que solemos cometer es aplicar la colonia directamente sobre la ropa. Sin embargo, los propios fabricantes del producto diseñaron este producto para impregnar y quedar fijado a la piel... no a los tejidos. Además, puede suceder que algunas colonias incluyan algún tipo de colorante que perjudique el color de nuestra ropa, sobre todo el de las prendas más claras.

Otro elemento que también tendrá mucho que ver en el efecto de la colonia es la forma de conservarlo. Tengamos en cuenta que el sol y el calor pueden acabar arruinando el producto muy rápidamente y hacer que su efecto dure menos tiempo. Para evitarlo, lo mejor es guardar nuestras colonias (también los perfumes) en un lugar seco y frío.