El Papa Francisco comienza su viaje más difícil a África

El papa Francisco iniciará este martes su visita al continente africano, en un viaje que le llevará a dos de los países más convulsos de la región: Sudán del Sur y República Democrática del Congo. Dos países inmersos en sendos conflictos que han empujado fuera de sus hogares a millones de personas y que se encuentran muy lejos de su final. Se trata del tercer viaje oficial de Francisco I al África subsahariana. El primero tuvo lugar en noviembre de 2015, cuando visitó Kenia, Uganda y República Centroafricana para traer consigo un mensaje de paz, justicia social y diálogo con el islam. En su segundo viaje, realizado en 2019, el Pontífice llevó a cabo una pequeña gira que pasó por Mozambique, Madagascar y Mauricio. Otras visitas a África fueron a Egipto, en 2017, y a Marruecos, en 2019.

Este viaje tendrá una duración de seis días: del 31 de enero al 3 de febrero estará en República Democrática del Congo, para viajar a Sudán del Sur del 3 al 5 de febrero, fecha en que regresará a Roma. Aunque el viaje estaba programado en sus orígenes para el mes de julio de 2022, tuvo que posponerse porque Francisco I sufría entonces un brote de una dolencia crónica en la rodilla. Todavía usa silla de ruedas y bastón, pero su rodilla ha mejorado significativamente, lo que le ha permitido desplazarse al lugar que él mismo categorizó en 2015 como “el continente de la esperanza”. La intención inicial era que el Santo Padre visitase también la ciudad de Goma, ubicada al este de RDC, pero no ha podido ser posible debido a que el grupo armado conocido como M23 todavía mantiene una fuerte presencia en la zona. Cabe a destacar que el embajador de Italia y uno de sus guardaespaldas fueron asesinados aquí durante una emboscada sufrida en 2021.

Francisco I tendrá entonces que limitar su estancia en RDC a Kinsasa, la capital, donde se reunirá en la Nunciatura Apostólica con las víctimas del conflicto del este, celebrará una misa en el aeropuerto de “Ndolo” y mantendrá un encuentro con los jóvenes congoleños en el Estadio de los Mártires. Además, se reunirá con el Presidente congoleño en una visita de cortesía. Una vez en Sudán del Sur, hará una visita de cortesía al Presidente de la República y mantendrá un encuentro conjunto con miembros de la sociedad civil y del cuerpo diplomático. Al día siguiente se reunirá en la Catedral de Santa Teresa con los obispos y algunos sacerdotes y seminaristas, antes de dirigirse a la Nunciatura Apostólica de Yuba para tener un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús.

Entre el yihadismo y la pobreza

Aunque República Democrática del Congo no sigue una religión oficial, la mayoría de la población (80%) practica el cristianismo, siendo el catolicismo la rama más distendida en el país. El cristianismo en el este del país se encuentra además gravemente amenazado, a raíz de las corrientes islamistas traídas del Cuerno de África y que han cobrado fuerza a lo largo de los últimos años. El Estado Islámico cuenta con una filial en la zona, conocida como Allied Democratic Forces (ADF), con operaciones probadas en Uganda y RDC. El último de los ataques promovidos por esta organización tuvo lugar el 15 de enero, cuando 17 personas fallecieron y 39 resultaron heridas tras la explosión de un artefacto explosivo en una iglesia de la localidad de Kasindi. El ADF confirmó al día siguiente su responsabilidad en el atentado.

En lo que respecta a Sudán del Sur, el país se encuentra dividido entre una mayoría cristiana en las regiones norte y sur, y una mayoría animista en el centro. La religión musulmana apenas cuenta con una presencia testimonial en las zonas fronterizas con Sudán, aunque eso no quita que el crecimiento del islam en los países limítrofes, especialmente en Etiopía, exija un fortalecimiento del catolicismo en la nación más joven de la tierra. Y la visita del papa anuncia un momento histórico para el catolicismo sudsudanés: esta será la primera visita de un pontífice al país, algo que el obispo de Tombura-Yambio, Monseñor Eduardo Hiiboro Kussala, calificó para la revista Omnes como “una bendición”.

El Papa pidió dos días antes de iniciar su viaje que los fieles rezasen por el continente africano, añadiendo que “la República Democrática del Congo sufre, sobre todo en el este del país, a causa de los enfrentamientos armados y la explotación; mientras que Sudán del Sur, desgarrado por años de guerra, no ve la hora de que terminen las continuas violencias que obligan a tantas personas a vivir desplazadas y en condiciones de gran dificultad”.