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Jardinería
Con la llegada del verano, muchos aficionados a la jardinería buscan opciones para aprovechar el buen tiempo y renovar sus espacios verdes. Los árboles frutales, además de embellecer el entorno con sus flores y follaje, ofrecen la posibilidad de disfrutar de fruta fresca y natural en casa. Para quienes disponen de un jardín pequeño, existen especies que se adaptan perfectamente a espacios reducidos y que pueden plantarse durante los meses más cálidos del año.
Tener árboles frutales en el jardín contribuye a mejorar la calidad del aire, reduce la contaminación y transforma el ambiente en un lugar más agradable. Además, cultivar tus propias frutas garantiza productos libres de agroquímicos y favorece la biodiversidad local.
La higuera es una opción idónea para quienes buscan un árbol resistente y de rápido crecimiento. Sus frutos, los higos, pueden disfrutarse tanto frescos como secos y son muy apreciados en la gastronomía española. Este árbol requiere exposición directa al sol y un riego moderado, manteniendo siempre el sustrato húmedo.
El limonero es uno de los frutales más populares en España, especialmente por su capacidad de adaptarse a espacios pequeños y su producción continua de frutos a lo largo del año. Para prosperar, necesita buena iluminación y riegos regulares. Además de sus limones, que tienen múltiples usos culinarios, el limonero aporta un aroma fresco y agradable al jardín.
El guayabo es ideal para quienes viven en zonas de clima cálido o templado. Este árbol necesita abundante sol y riegos constantes para desarrollarse adecuadamente. Sus frutos, las guayabas, son ricos en vitamina C y muy valorados tanto para consumir al natural como en mermeladas y postres.
Aprovechar las altas temperaturas del verano favorece el enraizamiento y el crecimiento vigoroso de estos árboles. Es importante elegir un lugar soleado, preparar bien el terreno y regar con regularidad, especialmente durante las primeras semanas tras la plantación.
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