Cambios climáticos
48 páginas con todas las opciones abiertas
En el documento que los ministros deberán debatir a partir del lunes en la Cumbre del Clima de París, el signo que más abunda es el paréntesis. La mayor parte de los temas continúan sin resolverse, en sus 48 páginas se dejan abiertas todas las opciones y 96 propuestas de cambio del texto para que los gobiernos decidan hasta el 11 de diciembre.
En todas las cumbres del clima, desde Copenhague en 2009, han predominado los discursos y las buenas intenciones sobre los compromisos vinculantes. Pero los seis años transcurridos desde entonces no han sido en vano. La rápida maduración de las renovables ha puesto de manifiesto las ventajas económicas de la transición energética para sustituir a los combustibles fósiles. Por eso los discursos de los jefes de Estado han sido ahora más ambiciosos. Saben que el liderazgo mundial se va a disputar en el terreno de las tecnologías renovables. La reducción de costes las convierten en la mejor opción para los países más pobres y más afectados por los impactos del clima. De hecho, son los países en los que se prevé un mayor incremento de la inversión renovable. Sin embargo, los intereses nacionales vuelven a colocarse por encima de los globales y la contradicción entre países ricos, menos vulnerables, y pobres, más vulnerables, hace que ni siquiera en la financiación de los 100.000 millones de dólares del Fondo Verde haya aún acuerdo. Los países ricos, como estamos viendo en Europa con los sectores del automóvil o del gas, siguen defendiendo su industria fósil.
La COP21 ha coincidido con la de la OPEP que ha confirmado un petróleo barato y abundante. Puede ser la puntilla para que economías, como la europea, sigan viendo más ventajas en la economía fósil que en la verde. Y eso que la geopolítica del petróleo no augura nada bueno.
.
*Oficina de Javier García Breva
✕
Accede a tu cuenta para comentar