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76.254: El Niño se va de cañas
Los 120 millones de euros «caen» en Monforte de Lemos. Sólo en dos bares de la localidad lucense se reparten más de 50 millones de euros. A la «caza y captura» del ganador del «especial» de 40 millones: nadie conoce su identidad
Monforte de Lemos (Lugo) ha recibido íntegramente el primer premio de El Niño, que ha recaído en el número 76.254, incluido el premio especial de 40 millones de euros a un solo décimo, que ha correspondido a la fracción 05 y a la serie 21.
- El segundo premio ha correspondido al número 69.362.
- El número 8.347, tercer premio
No iban en camello ni venían de Oriente ni descendían de la realeza. Pero como si de los Reyes Magos se tratase, se han encargado de repartir felicidad durante la mañana del 6 de enero. Más de una decena de bares de Monforte de Lemos han ejercido de Sus Majestades de Oriente para dejar hasta 120 millones de euros en premios. Y es que el primer premio de la Lotería del Niño ha caído íntegro en la localidad lucense. Ni un solo boleto fue devuelto. Y lo necesitaban. «Esto le ha dado vida al pueblo», afirmó a este diario Loli Láinez, una de las responsables de la administración número 3 que vendió el ya inolvidable 76.254 a varios bares y restaurantes de la zona.
El Barrio de la Estación ha sido agraciado con una buena riada de millones. Una zona obrera, habitada en su mayoría por trabajadores ferroviarios: maquinistas y gente de talleres, especialmente. De hecho, Lorena Giraudier, dueña de la administración, es hija de ferroviarios jubilados. Eso sí, el desempleo ha hecho mella. No sólo en el área, sino en toda la localidad. La actividad ferroviaria no es tan intensa como antaño. Y el turismo tampoco es el que era. «La mitad del pueblo está en paro y la otra mitad son obreros. Es un ''golpe'' que nos ayudará a saltar el bache», aseguró Francisco, dueño del bar JJ, y que ha repartido alrededor de 2 millones de euros. «Estos 120 millones infundirán ánimo e ilusión y ayudarán a solucionar muchos problemas que existen», dijo por su parte el alcalde de Monforte, Severino Rodríguez. «Será una enorme ayuda para nuestra ciudad, que creo que se lo merece», añadió.
¿Pero por qué el 76.254? Se trata de un número tan arraigado que pocos saben su origen. Como explica Loli, los abuelos de Lorena, a los que pertenecía la administración, empezaron con ese número. Y pocas alegrías había dado. Hasta ahora. «¡Le ha tocado a todo el pueblo!», decía la dueña. Aunque a ella no. «Yo no me he quedado con nada. Mi compañera sí, pero yo no. Es un número tan deseado que he vendido hasta el que tenía para mí», relataba ayer.
Con todo, dos bares coparon ayer las botellas de champán y los gritos de júbilo: el Anduriña y el Mahattan. En el primero se vendieron décimos por valor de 40 millones de euros; en el segundo, 15 millones. «Nos hacía mucha falta. Hay mucha gente parada», reconocía Libertad González, dueña del Anduriña, y que se cuidó de guardarse un décimo. Y no sólo para ella: poco después de anunciarse el primer premio a medio día, le dio uno a una vecina que se lo había pedido el día anterior; y cinco minutos antes de que se conociera el número agraciado, vendió un décimo a otro vecino.
Dos bares, candidatos al «especial»
Libertad podría albergar además otro honor: su bar podría haber vendido el «especial» de 40 millones de euros a un sólo décimo, que correspondió a la fracción 05 y a la serie 21, aunque desde la propia administración aseguraron a este periódico que el décimo se vendió en el bar «La Bodeguilla», en la plaza de San Antonio. En todo caso, el pueblo entero se preguntaba quién podía ser este misterioso millonario que tiene solucionada no sólo su vida, sino la de varias generaciones. Ni la propia Libertad sabía su identidad. Y es muy posible que tarden en saberlo. Ayer no eran muchos los que reconocían tener un décimo, pues preferían guardar el anonimato.
Mientras, Luis Maceda, dueño de la cervecería Manhattan, aseguró ayer encontrarse «en estado de éxtasis». Entre otras cosas, porque, tal y como reconoció, también les ha tocado «algo» a ellos y no solo a los clientes que tradicionalmente se citan en su bar. «Todo el mundo viene a darme abrazos, el teléfono no para de sonar», destacó Luis, que no dejaba de expresar su «enorme alegría».
El pueblo fue una fiesta que se prolongó a lo largo de toda la tarde y parte de la noche. «Mucho champán, mucha juerga y seguiremos», decían en el bar JJ. José García, un operario, aseguró a Efe que tras oír los primeros números y escuchar «el redondo, el de Monforte», no se atrevió ni a mirar a la pantalla. Así, tuvo que llamar a su hija para comprobar si era el décimo deseado. Una vez comprobado, se pusieron en contacto con toda la familia. Mientras, otros tuvieron el doble de suerte. Este fue el caso de Rafael Sotelo, que tras comprobar que su número habitual estaba agotado, no le quedó otra que comprar el 76.254. «Lo cogimos de chiripa», reconoció.
En primera persona
Las aldeas donde tocó «a todo hijo de vecino»
Responden al nombre de Sober, Segán y San Vitorio. Cercanas a Monforte de Lemos, son aldeas que, sumadas sus poblaciones, no llegan a los 1.000 habitantes. Se dividen en pensionistas y ganaderos, con una media de edad de 60 años en adelante y apenas unos pocos jóvenes. Ayer pudieron presumir de contar con casi la totalidad de su población «tocada» por la suerte de El Niño. Sólo en Segán y San Vitorio se vendieron 300 euros en participaciones, lo que ha supuesto un total de tres millones de euros. A algunos les tocó 50.000, a otros 80.000, a otros 100.000... En la imagen, el bar Marcelino, propiedad de un viticultor de la localidad de Sober.
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