Psicología

Los 8 tipos de amistades que no te aportan nada a medida que envejeces

Con el paso de los años, algunos amigos pueden perjudicar más que beneficiar

Los 8 tipos de amistades que no te aportan nada a medida que envejeces
Los 8 tipos de amistades que no te aportan nada a medida que envejecesPixabay

A lo largo de la vida, construimos relaciones con personas que nos acompañan en distintos momentos, aunque no todas las amistades son sanas ni aportan algo positivo a nuestro bienestar. Con el paso del tiempo, algunas relaciones dejan de ser beneficiosas. Por ello, según indican los expertos, existen varios tipos de amigos de los que se debe prescindir.

El imán del drama

Siempre hay alguien en el grupo que vive rodeado de conflictos. Ya sea en el trabajo, en su vida personal o en cualquier situación cotidiana, parece que el drama le persigue (o lo busca). Si bien en la juventud estos relatos pueden resultar entretenidos, con los años valoramos la tranquilidad y la estabilidad. Una amistad basada en el caos constante puede ser agotadora, por lo que establecer límites o alejarse de estas personas es una decisión saludable.

El/la amigo/a de conveniencia

Este tipo de persona solo aparece cuando necesita algo. En los buenos momentos es una compañía inmejorable, pero cuando surgen dificultades, desaparece. La amistad verdadera se demuestra en los momentos difíciles, por lo que mantener cerca a alguien que solo está cuando le conviene no merece la pena.

La calle de un solo sentido

Las relaciones deben ser equilibradas y basarse en la reciprocidad. Si sientes que siempre eres tú la única persona que escucha, apoya y da sin recibir nada a cambio, es probable que estés en una amistad unidireccional. Este tipo de vínculo suele drenar la energía emocional y no aporta nada positivo.

El/la competidor/a constante

Todos conocemos a alguien que convierte cada aspecto de la vida en una competición. Da igual lo que logres, esa persona siempre tendrá algo más grande, mejor o más impresionante que contar. Con el tiempo, las amistades deberían basarse en el apoyo y la celebración mutua, no en una batalla interminable de egos.

El/la pesimista

Si cada vez que compartes una buena noticia, la respuesta que recibes es negativa o fatalista, podrías estar ante un amigo pesimista. Aunque todos pasamos por momentos difíciles, rodearse de personas que siempre ven el vaso medio vacío puede afectar a tu estado de ánimo.

El/la que lo cuenta todo

En la era de las redes sociales, compartir detalles de la vida se ha convertido en algo común. Sin embargo, hay quienes no conocen límites y esperan lo mismo de los demás. Mantener cierta privacidad y respetar el espacio personal es fundamental en una amistad madura.

El/la que desaparece sin aviso

El amigo fantasma es aquel que se esfuma por largos períodos y solo reaparece cuando le conviene. Con el tiempo, aprendemos a valorar la constancia y el compromiso en las relaciones. Si alguien entra y sale de tu vida sin explicación, quizás sea momento de dejar esa puerta cerrada.

El/la amigo/a tóxico/a

El caso más evidente y dañino. Un amigo que menosprecia, manipula o genera malestar emocional no es realmente un amigo. Con los años, priorizar la salud mental y el bienestar personal se vuelve esencial. Deshacerse de amistades tóxicas es un acto de autocuidado.