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El abogado del maquinista afirma en el juicio del Alvia que fue "un accidente anunciado"

El juicio por el accidente del Alvia queda visto para sentencia con el maquinista como único acusado 10 años después del descarrilamiento en la curva de Angrois que provocó 80 muertos y 125 heridos en el peor accidente ferroviario de la historia de Galicia

El abogado de Francisco José Garzón, maquinista del tren Alvia que el 24 de julio de 2013 descarriló en Angrois a las afueras de Santiago de Compostela provocando 80 muertos y 125 heridos en el peor accidente ferroviario de la historia de Galicia,ha señalado este jueves en el juicio que lo que ocurrió "podría haber pasado con otro maquinista" y que se trataba de un accidente "anunciado".El letrado, Manuel Prieto, ha señalado que durante todo el proceso ha seguido una "línea coherente y real" en la que queda demostrado que su cliente es una víctima más del siniestro. El tren salió de Madrid y el maquinista, tras recibir una llamada del interventor, se distrajo, entró a 190 kilómetros por hora en una curva de Angrois, cerca de la estación de Santiago de Compostela, y cuando se dio cuenta y activó el freno de emergencia ya era tarde.

En su escrito de conclusiones finales, en la última jornada del juicio del Alvia, que comenzó el pasado mes de octubre y este jueves ha quedado visto para sentencia, ha asegurado que la responsabilidad del maquinista no constituye un delito y que es Adif quien debe responder penalmente por omisión de funciones al no garantizar la seguridad en la línea. El abogado se ha opuesto por tanto a las acusaciones y a las penas solicitadas por la Fiscalía y por algunas acusaciones particulares contra Garzón y ha afirmado que durante todo el proceso se ha seguido una "línea coherente y real" en la que queda demostrado que el maquinista es una víctima más del siniestro.

Además, el abogado ha acusado a Adif de "retorcer" el relato y ha alegado que la falta de análisis de riesgos y su mitigación, de limitación de velocidad, de protección del tren en la curva y el deficiente cuadro de velocidades máximas, así como una incompleta formación y la inexistencia de procedimientos de trabajo fueron las causas que motivaron el descarrilamiento que causó 80 muertes, once de ellas de castellanoleoneses. Para Prieto, es "innegable" que la curva era peligrosa y que estaba desprotegida. Así lo ha tratado de exponer durante su extensa intervención, que ha durado más de cuatro horas. Ha señalado que el maquinista es "una víctima más" y que en ningún caso es responsable de la "negligencia" de Adif, que con su "relato" pretende evadir sus "responsabilidades" en la tragedia.

"A Garzón le ocurrió lo que a cualquier otro trabajador le podría haber pasado", ha dicho el letrado, que ha afeado que los maquinistas en esa línea "tuvieran que ir mirando el paisaje" para tomar referencias en lugar de mirar señales "sin ambigüedades". Según Prieto, con su cliente no se ha respetado la presunción de inocencia, ya que se ha considerado todo el tiempo al maquinista como culpable, en una estrategia por parte de Adif para crear "la apariencia de una infracción".

"Desde el principio se trató de culpabilizar al maquinista. El trágico accidente no habría ocurrido si (Andrés) Cortabitarte, responsable de seguridad en la circulación de Adif en aquel momento, hubiese evaluado y gestionado el riesgo de exceso de velocidad en el tramo del accidente", ha expresado. El abogado ha alegado que el maquinista no había recibido una formación "deficiente" y que hubo una carencia de análisis de riesgos.

Además, Prieto ha lamentado que Adif trate de exportar un riesgo a un maquinista cuando los maquinistas son "trabajadores por cuenta ajena de Renfe" y en todo caso sería Renfe la encargada de mitigar el riesgo y no un trabajador.El letrado ha cuestionado la decisión de la Fiscalía de retirar la acusación contra Cortabitarte, dejando al maquinista como el único acusado en este juicio y provocando la indignación de los familiares de las víctimas. Prieto le ha reprochado que la normativa ferroviaria, lejos de ser un "galimatías", como argumentó el fiscal para retirar la acusación contra el alto cargo de Adif, era comprensible para sus colegas del Ministerio Fiscal cuando en el accidente del metro de Valencia que tuvo lugar en 2006 se consideró al maquinista fallecido en el siniestro una víctima de la tragedia.

El letradoha citado toda una serie de normativas en materia de seguridad ferroviaria y ha puntualizado que éstas no se respetaron por parte de Adif."Adif ni evaluó ni gestionó el riesgo intolerable. Esta es la causa raíz del accidente. Era previsible el error humano de cualquier maquinista", ha argumentado.En el banquillo se sientan tanto el maquinista como el exdirector de seguridad en la circulación del Adif, Andrés Cortabitarte. Para ambos piden cuatro años de cárcel por 80 delitos de homicidio imprudente y 145 delitos de lesiones por imprudencia profesional grave.

Ambos acusados han renunciado a su derecho al uso de la última palabra. El fallo, dada la complejidad del caso, se espera que se conozca en la primavera del próximo año, según fuentes judiciales. La encargada de dictar sentencia será la magistrada María Elena Fernández Currás, que en los últimos minutos del juicio, antes de despedirse de todos los letrados, ha prometido que intentará "estar a la altura" con su escrito final.