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Higiene

La nueva alternativa al papel higiénico cada vez más popular en países europeos y no, no es el bidé

Una alternativa más higiénica, cómoda y sostenible frente al tradicional papel

El papel higiénico es uno de los utensilios más necesarios para el día a día de las personas Dreamstime

Una tendencia que parecía exclusiva de Japón empieza a conquistar hogares y espacios públicos en Europa: los inodoros con chorro de agua, conocidos como washlets o inodoros inteligentes, se posicionan como una alternativa más higiénica, cómoda y sostenible frente al tradicional papel higiénico.

¿Qué son los washlets y por qué están ganando popularidad?

Los washlets son inodoros inteligentes que integran un sistema de limpieza íntima mediante chorros de agua. Populares en Japón desde hace décadas, estos dispositivos ofrecen funciones avanzadas como control de temperatura, secado con aire caliente, tapas automáticas y, en algunos modelos, desodorización y calefacción del asiento.

Washlets, la alternativa al papel higiénicoLa Razón

En Europa, su presencia está creciendo rápidamente en hoteles de lujo como el Mayfair Hotel de Londres, el Park Hyatt Paris-Vendôme o el Marriott City West de Múnich. Sin embargo, la novedad es su expansión a viviendas particulares, restaurantes y aeropuertos, donde los usuarios tienen un primer contacto con esta tecnología.

Más higiene, menos irritación: ventajas frente al papel higiénico

Numerosos estudios y especialistas coinciden en que la limpieza con agua es más eficaz que con papel higiénico. Según una investigación publicada en el Journal of Water, Sanitation and Hygiene for Development en 2022, el uso de bidé o washlet reduce significativamente la presencia de microorganismos tras la defecación.

Además, esta tecnología ayuda a prevenir irritaciones, infecciones y otros problemas dermatológicos, especialmente en personas con piel sensible o condiciones médicas. También representa una opción más suave para personas mayores o con movilidad reducida.

El papel higiénico: una costumbre centenaria que empieza a cambiar

Aunque el uso del papel higiénico sigue siendo predominante, su historia es relativamente reciente. Su origen se remonta a 1857 en Nueva York, cuando Joseph C. Gayetty lanzó el “Papel Medicado Gayetty”, hojas de cáñamo impregnadas con aloe para tratar las hemorroides.

Desde entonces, el papel higiénico ha evolucionado hasta convertirse en un estándar global. Sin embargo, también ha generado problemas ambientales, tanto por su fabricación (que implica el uso intensivo de agua, energía y árboles) como por su eliminación, que muchas veces obstruye redes de saneamiento, especialmente cuando se mezcla con toallitas húmedas.

Barreras para su adopción masiva en Occidente

A pesar de sus ventajas, los washlets enfrentan varios desafíos para que se pueda adoptar de forma generalizada en los baños de Europa:

  • Precio elevado: los modelos básicos rondan los 1.200 euros, mientras que los de gama alta pueden superar los 7.000 euros.
  • Instalación especializada: requieren una toma eléctrica cercana y, en algunos casos, obras de adaptación.
  • Resistencia cultural: el papel higiénico sigue siendo una costumbre arraigada y socialmente aceptada.

Aun así, el impulso de las redes sociales, la mayor conciencia ambiental y el interés por la tecnología doméstica están acelerando su penetración en el mercado.