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Alerta por estafas en las diócesis españolas: imitan a altos cargos de la Iglesia con inteligencia artificial

Congregaciones religiosas y sacerdotes de distintas diócesis de España han sido objetivo de estafadores en las últimas semanas

Estafas telefónicas
Estafas telefónicasDreamstime.

En las últimas semanas se han detectado intentos de estafas telefónicas a comunidades religiosas y parroquias, incluso utilizando métodos de Inteligencia Artificial para suplantar la voz y la identidad de un obispo o un vicario. Algunos de estos delincuentes han llegado a pedir hasta 5.000 euros.

Es el caso de una congregación religiosa de Jaén, que recibió la supuesta llamada del obispo, Sebastián Chico, solicitándoles dinero para acometer unas reformas. Lo han intentado en hasta una quincena de conventos de la provincia y, por el momento, solo las hermanas de Torredonjimeno han caído en la trampa. Tras finalizar la conversación con el estafador, ingresaron 3.000 euros en el número de cuenta que les facilitaron.

También ha ocurrido en las diócesis de Coria-Cáceres y de Mondoñedo-Ferrol. En esta última, los timadores han logrado clonar la voz de Antonio Valín, vicario general, pidiendo dinero a varias congregaciones religiosas de la comarca y a sacerdotes para afrontar un problema urgente que afectaba al Obispado. "Han llamado a distintas comunidades religiosa haciéndose pasar por mí", relata Valín a laSexta.

La Guardia Civil explica que los estafadores instaban al receptor de la llamada a devolver un supuesto dinero que ha sido ingresado por error de la diócesis. Además, proporcionaban un número de cuenta para que se ingresara el dinero. Según estos expertos, clonar la voz de cualquier persona es muy fácil hoy en día, ya que hasta el vicario puede tener vídeos en redes sociales. Por ello, varias diócesis ya han enviado comunicados a todos los conventos y comunidades religiosas para que no caigan en la trampa.

En este tipo de estafas, explican los agentes, "la ingeniería social juega un papel crucial" porque, en el proceso de engaño, los delincuentes explotan la confianza y la buena fe de los miembros de la comunidad religiosa. De este modo, logran obtener información confidencial, solicitan donaciones fraudulentas o incluso extorsionan fondos bajo falsos pretextos de caridad, emergencia religiosa o solicitando simplemente la devolución de ingresos erróneos que no existen. Así, fingiendo la urgencia de la necesidad, los estafadores imponen la premura para lograr las transferencias o restitución de dinero, con la excusa de de prevenir supuestos inconvenientes mayores.

Al hacerse pasar por altos cargos de la Iglesia, aportan al engaño un alto nivel de credibilidad y confianza, y pueden engañar fácilmente a los miembros de las congregación. Cuando la víctima conoce a su interlocutor y detecta que la voz no se corresponde con la de quien dice ser, la estrategia utilizada por los estafadores es presentar el pretexto de tener problemas de garganta, lo cual es una "astuta táctica manipuladora para generar empatía, aumentar la urgencia percibida y desviar la sospecha de las víctimas". Además, la Guardia Civil investiga el supuesto uso de Inteligencia Artificial, para simular la voz de estas autoridades eclesiásticas..

Los investigadores destacan que muchos de los objetivos de estos estafadores son los conventos de monjas de clausura. "Estas comunidades religiosas, que a menudo viven en aislamiento voluntario y dependen en gran medida de la generosidad de donantes externos, son blanco fácil para este tipo de engaños. Son objetivos especialmente vulnerables para los estafadores debido a su aislamiento, dependencia de donaciones y naturaleza altruista", comentan.

Desde la Benemérita, instan a estas congregaciones a estar en guardia y a verificar cuidadosamente la autenticidad de cualquier llamada telefónica o solicitud de donación. Recomiendan confirmar la identidad de la supuesta autoridad eclesiástica contactando directamente a la institución a través de canales oficiales.