Cambio climático

Un "anillo de fuego" rodea a 48 estados norteamericanos

Los 44 grados centígrados se han convertido en temperatura habitual

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Una inesperada ola de calor golpea numerosos estadosLa RazónLa Razón

El cambio climático vuelve a hacer de las suyas en Estados Unidos y hay cerca de 60 millones de personas bajo alerta por altas temperaturas en al menos 48 estados del país. Esta inesperada ola de calor tiene su origen en el desplazamiento de un domo de calor de alta presión que se asentó a finales de marzo en México y el suroeste de Estados Unidos, adelantando el aumento de las temperaturas este verano. El calor se dirige ahora al sur del país con una sensación térmica en el cuerpo que podría superar los 44 grados centígrados. Y mientras una parte del país lucha contra el calor extremo, la otra enfrenta terribles inundaciones por las fuertes lluvias que se han producido alrededor de ese domo de calor, una capa de alta presión que se estaciona en una determinada zona, atrapa el aire, lo calienta durante varios días con luz solar y eso provoca los contrastes de temperatura.

Este patrón climático se suele denominar «anillo de fuego», y a los expertos les preocupa especialmente el calor durante la noche porque impide que el cuerpo humano se enfríe, lo que aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad por altas temperaturas.

En ciudades como Nueva York, los termómetros alcanzaron estos días los 36 grados centígrados, un récord que no se registraba desde hace 136 años y que obligaba a abrir antes de tiempo los centros de enfriamiento, establecimientos públicos al servicio de los ciudadanos para refrescarse.

Más de 500 espacios de este tipo permanecen abiertos esta semana porque después de un descanso de calor el lunes, se espera que hoy el mercurio vuelva a subir junto con la humedad, lo que hará insoportable permanecer en exteriores.

El Servicio Meteorológico Nacional alertó a las personas sin aire acondicionado en sus hogares que se mantengan hidratadas, porque «este calor extremo poco común de larga duración, con poco o ningún alivio durante la noche, afecta a cualquier persona sin un enfriamiento efectivo y una hidratación adecuada», y aconseja «beber mucho líquido, mantenerse alejado del sol y controlar a familiares y vecinos», sobre todo a los más vulnerables.

Mientras tanto, en lugares como Nuevo México, Iowa, Minnesota y Dakota del Sur, millones de estadounidenses luchan contra catastróficas y devastadoras inundaciones que han tenido lugar desde el pasado fin de semana.

La situación es tal que el presidente Joe Biden declaró el estado de desastre mayor para estados como Iowa después de que los miles de litros de lluvia caídos obligaran a evacuar varias comunidades. En Minnesota, las fuertes lluvias han provocado que una presa de agua esté «en condición de falla inminente», ha dicho el alcalde del condado de Blue Earth, y aunque de momento no hay prevista una evacuación masiva de la zona, los equipos de emergencia están monitoreando la situación para actuar en caso de ser necesario.

En Dakota del Sur, una persona falleció el fin de semana a causa de las inundaciones, y los equipos de rescate están desbordados en varios estados donde las tormentas están provocando fuertes inundaciones inusuales en esta época del año.