Relaciones

Antoni Bolinches, psicólogo: "Una persona necesita cumplir dos condiciones para enamorarse"

El experto recuerda que, si falta alguno de los requisitos, la ruptura no siempre es la única salida

Antoni Bolinches, psicólogo: "Una persona necesita cumplir dos condiciones para enamorarse"
Antoni Bolinches, psicólogo: "Una persona necesita cumplir dos condiciones para enamorarse"La Razón

¿Existe una receta sencilla para enamorarse? La psicología intenta desentrañar algunas de sus claves. El reconocido especialista Antoni Bolinches, habitual divulgador sobre relaciones humanas, lo tiene claro: el enamoramiento requiere cumplir dos condiciones esenciales, una anclada en el aspecto físico y otra en el interior.

En palabras del propio Bolinches, la chispa afectiva se enciende si se dan dos factores: en primer lugar, sentir atracción física por la otra persona; en segundo, hallar facilidad y relajación en el trato cotidiano. No basta con que la presencia del otro sea agradable a la vista: "La segunda pata imprescindible es que puedas ser tú mismo, hablar sin preocuparte de impresionar o de no meter la pata", explica el psicólogo. Aquellas relaciones donde reina la naturalidad, sumadas a la química sexual, tienen más oportunidades de evolucionar hacia el amor.

Para Bolinches, buena parte del enamoramiento reside en esa 'comodidad relacional' que tantas veces se pasa por alto, pero que es decisiva para que la pareja funcione. Las personas que saben transmitir tranquilidad y buen ánimo suelen conectar de forma más profunda y espontánea. "El amor es atracción física, sí, pero también complicidad, alegría compartida, necesidad mutua y un contexto que facilite el encuentro".

El desequilibrio que amenaza a muchas parejas

¿Qué ocurre cuando una de las condiciones no está presente? Según Bolinches, la experiencia demuestra dos derivas habituales: si en la pareja sobra pasión pero flaquea la conexión emocional, la relación queda condenada a la superficialidad y suele romperse pronto; si solo existe amistad y confianza pero ninguna chispa, el desgaste puede mutar el amor en una convivencia apacible, aunque desprovista de deseo.

Por eso, una relación sana debe reunir necesariamente deseo y apego, pasión y confianza, atracción y capacidad de sostenerse en los momentos de vulnerabilidad.

El propio Bolinches sugiere hacerse varias preguntas prácticas: ¿Me siento acompañado, sin miedo a ser juzgado? ¿Puedo mostrarme tal y como soy? ¿Soy respetado cuando atravieso un mal momento? ¿Hay sintonía, aunque discutamos? Si la respuesta es positiva en la mayoría de los casos, es probable que el vínculo esté bien cimentado, cumpliendo ambos requisitos para el enamoramiento genuino.

No obstante, el psicólogo recuerda que, si falta alguno de los dos ingredientes, no siempre la única salida es la ruptura. Si ambos miembros desean avanzar, es posible reavivar la pasión y fortalecer el lazo emocional, construyendo así una relación más sólida y auténtica.