China regulará el mundo de las apps

Las autoridades chinas no quieren dejar que ningún apartado de la tecnología acabe escapando a su control y por ello, están pensando la manera de legislar el ecosistema de las aplicaciones móviles. El supuesto objetivo: proteger a los ciudadanos.

Peng Bo, subdirector de la Oficina de Información de Internet Nacional (NOII) ha señalado que en breve su departamento lanzará normas específicas para regular las apps en China. El responsable asegura que la falta de supervisión en el segmento de las aplicaciones ha dejado algunas lagunas en el entorno de Internet del país y afirma que es importante que la Red se sitúe bajo las leyes, porque tiene un papel fundamental en el progreso del país.

El organismo cree que en los últimos días los problemas de seguridad en las aplicaciones se han convertido en un tema principal. Pese a que se trata de una industria en auge, también se están produciendo problemas de malware y robo de información personal. Para algunos docentes y autoridades en el país, la regulación es necesaria para evitar estos, así como respetar algunos derechos.

Zhu Wei, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de China, defiende el plan de regulación como “necesario y oportuno”. Y lo hace por tres razones. Para el docente, muchos desarrolladores duplican contenidos de otras fuentes, ignorando derechos de autor, otros roban información de los usuarios y la venden y algunas aplicaciones se activan de fondo robando tráfico de datos e instalando otro software de monitorización.

El pasado mes de agosto China comenzó a poner restricciones en el uso de servicios de mensajería instantánea, obligando a proporcionar nombres reales en las cuentas en herramientas como WeChat. Además, aquellos que deseaban publicar o reimprimir noticias políticas necesitarían una aprobación previa de las autoridades.

En septiembre del año pasado, el gobierno chino advertía que no toleraría ninguna aplicación móvil de noticias que no cumpliera sus directrices. Entonces se señaló que aquellas que no recularan o rectificaran los contenidos inapropiados serían clausuradas por “no mantener el orden de la diseminación informativa de Internet móvil”. La excusa fue la posible existencia de pornografía u información obscena que dañara la “salud mental” de los jóvenes chinos. Se trata tan solo de ejemplos de medidas para poder controlar y censurar lo que se dice y cómo se dice en el populoso territorio asiático.