Meteorología

La lluvia y la nieve vuelven para quedarse, de momento hasta febrero

El tiempo seco y soleado de las últimas semanas cambiará a partir de este jueves en muchas zonas de España

Un venado entre la nieve en el concejo de Aller (Asturias) / Foto: Archivo
Un venado entre la nieve en el concejo de Aller (Asturias) / Foto: Archivolarazon

Tras un seco final de 2018 y un inicio de año sin apenas precipitaciones en España, la lluvia y la nieve llegarán a partir de mañana y durarán hasta febrero

Tras un seco final de 2018 y un inicio de año sin apenas precipitaciones en España, la lluvia y la nieve llegarán a partir de mañana y durarán hasta febrero, propiciadas por un fenómeno atmosférico similar al ocurrido hace un año, cuando las lluvias triplicaron su valor medio.

El responsable de este cambio de tendencia en la atmósfera es el llamado "Calentamiento Súbito Estratosférico"(CSE) que, como su nombre indica, es un calentamiento muy rápido en la estratosfera que invierte el patrón de viento almacenado en las regiones polares y facilita su circulación hacia el sur, favoreciendo la formación de borrascas y temporales de nieve en latitudes bajas.

Este calentamiento repentino empezó a gestarse a finales de diciembre y comienzos de enero cuando, en apenas unos días, la temperatura en la estratosfera -donde se producen la mayor parte de los fenómenos meteorológicos- pasó de 75 a 15 grados bajo cero, ha explicado a EFE Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Sin embargo, los efectos principales de este calentamiento, como son las borrascas y el aire frío que pasa de latitudes altas a medias y en nuestro caso, desde zonas próximas a Escandinavia, "no son inmediatos"y suelen tardar semanas hasta que los resultados se reflejan en la troposfera (capa de la atmósfera en contacto con la superficie de la Tierra).

En el centro-norte de Europa y en América del Norte, el frío y la nieve ya son los protagonistas, mientras que en España será a partir de mañana cuando comiencen a aparecer las primera nevadas, ha señalado Del Campo, para detallar que cuando se activa un calentamiento estratosférico se genera una reacción en cadena de los demás elementos (nieve, frío, borrascas).

Durante la próxima semana, el anticiclón de bloqueo que actualmente domina todo el sur de Europa se desplazará y favorecerá la llegada de borrascas, con "temperaturas por debajo de la media y precipitaciones por encima de lo habitual" en casi todo el país, ha explicado el portavoz.

Se prevén fuertes nevadas -incluso copiosas- en cotas bajas de zonas montañosas de la Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Pirineos y Sistema Central y en algunos zonas del interior peninsular, salvo en la costa mediterránea, donde no se aprecia ninguna señal.

Respecto a la temperatura, el portavoz ha detallado que se prevén valores hasta 3 grados por debajo de la media para esta época, un dato a su juicio "significativo e importante"a la hora de hablar de nieve y frío.

La tendencia que prevé este cambio de patrón atmosférico con una mayor precipitación abarcará, según coinciden los modelos de predicción europeos y americanos, hasta la primera semana de febrero con efectos en casi toda la península, menos en el mediterráneo.

Esta situación es semejante a la de hace un año, en concreto el pasado marzo, cuando la incidencia de otro CSE sobre latitudes peninsulares favoreció una precipitación acumulada de 157 litros por metro cuadrado, cifra que superó ampliamente el triple del valor normal, que es de 46 litros por metro cuadrado.

Fue el mes de marzo más húmedo en el conjunto de España desde el año 1947, superando en 20 litros al mes de marzo de 1947, que había sido hasta la fecha el de precipitación media mas elevada.

Los efectos de algunos CSE abarcan desde semanas a meses y así, y según datos facilitados por la Aemet, el invierno 2009-10 es un precedente reciente y extremo con intensas lluvias y nevadas que provocaron enormes efectos en Europa -sobre todo en el transporte y en la demanda energética-, mientras que en España fue el invierno con más precipitación desde 1965.