Sentencia

Los ascetas "sadhus nagas" podrán entrar desnudos en el templo más sagrado de Katmandú

Un abogado había denuncia actos de "obscenidad" y acoso a los devotos por deambular desnudos

No faltan templos en la capital nepalí.
Cada año, cientos de sadhus, muchos procedentes de la India, viajan a Katmandú larazon

El Tribunal Supremo de Nepal ha dictaminado que la desnudez por devoción religiosa no es obscenidad, desestimando una petición que buscaba prohibir la entrada de una secta de ascetas que renuncian a toda posesión material, incluida la ropa, como símbolo de su desapego del mundo, en el templo más importante del país.

La decisión judicial, hecha pública esta semana, se centra en las actividades de los monjes "sadhus nagas" en el templo de Pashupatinath, el santuario más sagrado de Nepal dedicado al dios hindú Shiva, durante el festival anual de Mahashivaratri, la "Gran Noche de Shiva", una de las festividades más importantes del hinduismo.

Un abogado había solicitado al tribunal que impidiera lo que consideraba actos de "obscenidad" que acosaban a los devotos, como "deambular desnudo" o realizar demostraciones de control yóguico, como levantar piedras con el pene para simbolizar el dominio sobre el dolor y el placer.

El demandante también presentó un argumento económico, calificando de "gasto innecesario" los recursos públicos destinados a los monjes. Señaló que el fondo fiduciario que gestiona el templo organiza su comida, alojamiento y les entrega una suma de dinero a su partida.

Pero, el tribunal rechazó esta queja, sentenciando que "no todo acto debe ser evaluado en términos monetarios" y que la tradición va más allá de un simple cálculo de costes.

En su veredicto, el tribunal argumentó que la desnudez y la obscenidad no son sinónimos y que el contexto es crucial. "La desnudez de dichos sadhus no puede considerarse obscena cuando se ve en el 'contexto físico, social y religioso' de la tradición", señala la sentencia.

Para fundamentar su decisión, los jueces nepalíes se apoyaron en precedentes legales de la región, citando explícitamente una sentencia de 2014 del Tribunal Superior de Calcuta, en la India. Ambos fallos coinciden en que la obscenidad debe juzgarse no por el acto en sí, sino por el propósito y la aceptabilidad social, estableciendo una clara distinción entre la desnudez y un acto lascivo.

El Supremo nepalí diferenció entre la desnudez como un estado físico y la obscenidad como algo que busca despertar el deseo sexual. "La desnudez expresada en la imaginación artística, con fines religiosos o para uso médico, no puede considerarse obscena", razona el tribunal, concluyendo que la presencia de los ascetas es una "práctica religiosa continua" que debe ser respetada.

Cada año, cientos de sadhus, muchos procedentes de la India, viajan a Katmandú para el festival. Las autoridades del templo tradicionalmente les proporcionan comida, alojamiento y una respetuosa ofrenda monetaria para su viaje de regreso, conocida como 'Dakshina'.