Ola de calor

Así funciona el "método del hombre de las cavernas" para mantener la casa fresca durante una ola de calor

Inspirado en la forma en que las cuevas se mantienen naturalmente frescas, este método sencillo y efectivo se ha convertido en una estrategia clave para combatir el calor extremo sin aire acondicionado

Persianas bajadas durante el verano
Persianas bajadas durante el veranoFreepik

En plena ola de calor que afectará a España como mínimo hasta el martes que viene, el primer impulso suele ser abrir de par en par puertas y ventanas buscando una corriente de aire que nos salve del bochorno. Sin embargo, los expertos advierten que este gesto, aparentemente lógico, puede ser contraproducente. La clave para mantener un ambiente fresco no reside en ventilar a todas horas, sino en aplicar lo que se conoce como el "método del hombre de las cavernas".

La lógica detrás de esta estrategia, popularizada por expertos como Joseph Holman, director ejecutivo de Green Doors, es simple pero efectiva. "Una cueva es fresca durante las olas de calor porque es oscura y no tiene luz solar directa ni una entrada directa para el calor. Probablemente tengas que imitar eso", explica Holman. Se trata de una vuelta a los principios básicos de la climatización pasiva, aquellos que nuestros antepasados aplicaban por pura intuición y que hoy redescubrimos como una solución sostenible.

El manual de supervivencia del cavernícola moderno

Aplicar este método no requiere una reforma integral ni vivir en la penumbra constante, sino adoptar una serie de hábitos estratégicos durante las horas de mayor insolación. La regla de oro es evitar a toda costa que el aire caliente del exterior invada nuestro refugio.

  • 1. Clausura diurna: Durante las horas centrales del día, generalmente entre las 11:00 y las 20:00, es fundamental mantener las ventanas y puertas completamente cerradas. Bajar persianas, correr cortinas gruesas o estores térmicos creará una barrera física contra la radiación solar, impidiendo el efecto invernadero que calienta el interior de la vivienda.
  • 2. La oscuridad es tu aliada: Apagar las luces y los aparatos electrónicos que no se estén utilizando también contribuye a reducir la temperatura interna. Electrodomésticos como televisores, ordenadores o incluso el horno pueden generar una cantidad significativa de calor.
  • 3. Ventilación nocturna: El momento para renovar el aire y liberar el calor acumulado en muros y muebles es durante la noche y las primeras horas de la mañana, cuando la temperatura exterior desciende. Es entonces cuando debemos abrir las ventanas, idealmente las que se encuentran en lados opuestos de la casa, para generar una ventilación cruzada que refresque el ambiente de forma natural.

Soluciones a largo plazo para un hogar más fresco

Más allá de estos trucos para sobrellevar una ola de calor puntual, existen soluciones a más largo plazo que pueden mejorar significativamente el confort térmico de una vivienda de manera permanente. Invertir en vidrios modernos con propiedades reflectantes o instalar películas tintadas en las ventanas puede reducir drásticamente la cantidad de calor que penetra en el hogar. Asimismo, elementos de protección solar como toldos, pérgolas o incluso la plantación de árboles de hoja caduca que proporcionen sombra en verano son estrategias de enfriamiento pasivo muy eficaces.

El uso de materiales con alta inercia térmica, como muros gruesos, es otra técnica tradicional que ayuda a estabilizar la temperatura interior. Incluso la decoración juega un papel: optar por textiles naturales y transpirables como el algodón o el lino en sofás y camas puede aumentar la sensación de frescor.

A menudo, las soluciones más inteligentes y sostenibles no dependen de la tecnología más avanzada, sino de la observación y la adaptación a nuestro entorno. Un saber ancestral que hoy se revela como la mejor herramienta para convertir nuestro hogar en un oasis de frescor durante los veranos más tórridos.