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Aumenta la preocupación por la gripe aviar: ¿Cómo puedo saber si me he contagiado?
La propagación del virus entre animales despierta inquietud sobre su posible adaptación al organismo humano

En las últimas semanas, varios países han reportado contagios aislados de gripe aviar en humanos, lo que ha reavivado la inquietud de las autoridades sanitarias y de la población.
Aunque los expertos insisten en que el riesgo general sigue siendo bajo, el aumento de brotes en aves silvestres y de granja, junto con la detección ocasional de infecciones humanas, mantiene en alerta a la comunidad científica.
El virus, conocido como H5N1, ha circulado durante años entre aves domésticas y migratorias, pero los últimos análisis muestran su capacidad para adaptarse a nuevas especies, incluidos algunos mamíferos.
Cómo se produce el contagio
El contagio directo entre personas sigue siendo extremadamente raro, pero el virus puede transmitirse por contacto cercano con aves infectadas o con superficies contaminadas por sus secreciones.
Los trabajadores de granjas avícolas, veterinarios o personas que manipulan aves enfermas son quienes enfrentan un riesgo mayor.
No existen evidencias de que la gripe aviar se propague a través del consumo de carne de ave o huevos, siempre y cuando estén bien cocinados. Sin embargo, los expertos recomiendan evitar el contacto con animales muertos o enfermos y mantener estrictas medidas de higiene si se trabaja en entornos rurales o ganaderos.
Los primeros síntomas y señales de alarma
La gripe aviar en humanos puede comenzar como una gripe común, fiebre, tos, dolor muscular y malestar general. En algunos casos se suma irritación ocular o dificultad para respirar, síntomas que pueden agravarse en cuestión de horas.
El periodo de incubación suele ser de pocos días, y cuanto antes se detecte la infección, mejores son las posibilidades de recuperación.
Los médicos recomiendan buscar atención inmediata si se presentan síntomas gripales después de haber estado en contacto con aves o ambientes donde se sospeche la presencia del virus.
Cuando la enfermedad progresa sin tratamiento, puede derivar en neumonía grave o insuficiencia respiratoria, por lo que el diagnóstico precoz es fundamental para evitar complicaciones.

Qué hacer ante la sospecha de contagio
Ante cualquier síntoma sospechoso tras haber estado en zonas rurales o en contacto con animales, lo primero es acudir al médico e informar sobre la posible exposición. Los profesionales pueden solicitar pruebas específicas para confirmar o descartar la infección.
Mientras se obtiene el resultado, se aconseja evitar el contacto cercano con otras personas, usar mascarilla y mantener una buena higiene de manos.
En casos confirmados, los tratamientos suelen incluir antivirales y reposo supervisado. Las autoridades sanitarias hacen seguimiento a los contactos más cercanos para evitar una eventual transmisión.
Prevención y medidas de protección
La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz. Evitar el contacto con aves silvestres, especialmente si parecen enfermas, es una de las recomendaciones más importantes.
Quienes trabajen con animales deben utilizar guantes, mascarilla y ropa de protección, además de desinfectar adecuadamente las superficies.
También es esencial mantener una buena cocción de los alimentos de origen aviar. Las altas temperaturas destruyen el virus, por lo que la carne y los huevos bien cocinados no representan un riesgo.
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