España

Avelino Corma: «A los químicos nos preocupa el medio ambiente»

Recibe el Príncipe de Asturias por su aportación a una industria más ecológica

Corma es autor de más de un centenar de patentes
Corma es autor de más de un centenar de patenteslarazon

Avelino Corma (Castellón, 1951) no deja de contestar llamadas desde Arabia Saudí, donde se encuentra dando clase. Le han concedido el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. «Me ha producido muchísima alegría y emoción. Uno siempre piensa que las probabilidades son muy pocas. Es un reconocimiento a la labor de todos. Soy el producto de mucha gente que ha trabajado conmigo», asegura. El jurado le ha premiado junto a los estadou-nidenses Mark E. Davis y Galen D. Stucky «por sus contribuciones al desarrollo de los materiales microporosos y mesoporosos y sus aplicaciones», sobre todo en el campo de las zeolitas. Corma, autor de más de 100 patentes, ha desarrollado buena parte de sus investigaciones en el CSIC y en el Instituto de Tecnología Química. Y entre muchos otros logros, su trabajo con estos minerales microporosos ha posibilitado una industria petroquímica más sostenible.

–¿Qué cree que ha querido reconocer el jurado con la concesión del Premio?

–Es un reconocimiento a la química en España. En nuestro país hay muy buenos químicos e investigadores. En mi caso, ha reconocido el trabajo que hemos venido haciendo en el campo de los tamices moleculares y de los catalizadores. Y también ha reconocido mi filosofía y la del centro en el que estoy, donde investigamos y profundizamos en los fundamentos de los temas científicos. También para transformar ese conocimiento y que pueda ser asimilado por la industria.

–Se reconoce su trabajo en el campo de las zeolitas. ¿Qué beneficios nos han dado estos minerales microporosos?

–Son materiales sólidos con poros del tamaño de las moléculas. La gracia está en que, durante su síntesis, podemos controlar el tamaño y la forma de estos poros. Así, podemos separar moléculas por su tamaño y su forma. Imagine en la producción de gas: podemos separar el CO2 del metano. Separar gases en la industria tiene un impacto muy grande. Además, cuando tienes una mezcla de varias moléculas y quieres que sólo una reaccione, dentro de esos poros que has diseñado para que sólo una pueda pasar colocas centros activos. Así, sólo reacciona la que queremos. Eso se utiliza en la industria química: fabricación de polímeros, de productos farmacéuticos, para refino y petroquímica... En la industria farmacéutica hay muchas reacciones que se llevan a cabo con catalizadores que luego se consumen durante la reacción. Por cada kilo de producto deseado, generas uno, dos... de producto no deseado. Ahora tenemos un catalizador selectivo, que te busca el producto que quieres y que puedes reutilizar muchísimas veces.

–La situación de la ciencia en España. ¿Qué diría a los jóvenes que se ven obligados a emigrar para labrarse un futuro?

–Entiendo que si no encuentran su sitio aquí tengan que salir, pero las cosas no van a estar siempre igual. Lo que sí les diría es que, si un día vuelven, desarrollen en nuestro país todo lo que han aprendido.

–¿Qué opina de los procesos químicos en relación con el cambio climático?

–Los químicos estamos avanzando en encontrar procesos cada vez más respetuosos con el medio ambiente. Utilizan mejor las materias primas, generan menos cantidad de residuos, son más eficaces y consumen menos energía. En estos momentos, al plantearnos cualquier proceso, también nos planteamos el impacto ecológico.

–Usted ha trabajado en áreas como la transformación de biomasa en energía. ¿Es tan limpia como se pensaba?

–No tanto, en el sentido de que se necesita una cantidad de energía para producir ese producto final. Al final, la ganancia que tenemos es menor de lo que pensábamos. Es otra manera de utilizar la energía del sol a través de las plantas. Pero uno tiene que plantearse el balance energético total de este proyecto.

–¿Cree que veremos el hidrógeno como fuente de energía en un futuro?

–El hidrógeno va a intervenir siempre que seamos capaces de producirlo a partir de fuentes renovables, ya sea la solar, la eólica... En estos momentos ya se podría utilizar. Con la energía solar y eólica se podría producir electricidad y a su vez hidrógeno. El mayor problema es cómo almacenar ese hidrógeno para poderlo utilizar como queramos.