
Hogar
Los beneficios ocultos de la lengua de suegra, la planta que todos deberían tener en casa
Su durabilidad, su capacidad para mejorar la calidad del aire y su versatilidad decorativa convierten a la lengua de suegra en una planta con beneficios que van mucho más allá de su apariencia

En los últimos años, la lengua de suegra —también conocida como sansevieria o espada de San Jorge— se ha convertido en una de las plantas más populares en hogares y oficinas. Su fama no se debe solo a su resistencia casi indestructible, sino a una serie de beneficios poco conocidos que expertos en botánica y bienestar ambiental destacan cada vez con más énfasis.
Una planta casi imposible de matar
Una de las principales razones por las que la lengua de suegra triunfa es su extraordinaria capacidad de supervivencia. Tolera la falta de luz, el riego escaso e incluso los cambios bruscos de temperatura. Para quienes no tienen experiencia con plantas —o para quienes siempre se les mueren— esta especie es prácticamente una garantía de éxito.
Purificación del aire dentro del hogar
Aunque muchas plantas decorativas aportan cierto nivel de filtración del aire, la lengua de suegra destaca por su eficiencia. Estudios realizados en laboratorios de calidad ambiental la sitúan entre las plantas capaces de reducir la presencia de compuestos volátiles como benceno, formaldehído o xileno, frecuentes en muebles, pinturas y productos de limpieza.
Lo más llamativo es que, a diferencia de la mayoría de plantas, libera oxígeno durante la noche, un fenómeno poco común que mejora la calidad del aire en espacios cerrados y ha hecho que muchos la consideren ideal para dormitorios.
Aliada para la humedad y los problemas respiratorios
La sansevieria contribuye a regular los niveles de humedad en interiores, especialmente en viviendas expuestas a calefacciones o ventilaciones muy secas. Esto la convierte en un apoyo natural para personas con alergias, congestión o irritaciones nasales.
Si bien no sustituye un tratamiento médico, expertos en salud ambiental coinciden en que su presencia puede ayudar a crear un entorno más cómodo y menos propenso a irritaciones.
Un toque decorativo minimalista
Su estética sobria —hojas largas, firmes y verticales— ha conquistado a interioristas y amantes del diseño. Encaja en espacios modernos, rústicos o clásicos, y su mantenimiento reducido permite ubicarla en rincones donde otras plantas no sobrevivirían: pasillos, baños o áreas con luz artificial.
Además, existen diversas variedades con bordes amarillos, tonos plateados o patrones moteados que añaden un toque distintivo sin necesidad de grandes cuidados.
Un beneficio emocional inesperado
Aunque pueda parecer sorprendente, varios estudios sobre psicología ambiental señalan que convivir con plantas resistentes mejora el vínculo emocional de las personas con su entorno. La lengua de suegra, al mantenerse sana incluso con poco esfuerzo, genera una sensación de logro y bienestar que favorece el ánimo y reduce el estrés cotidiano.
Su durabilidad, su capacidad para mejorar la calidad del aire y su versatilidad decorativa convierten a la lengua de suegra en una planta con beneficios que van mucho más allá de su apariencia.
Por todo ello, expertos en botánica y diseño de interiores coinciden: si solo pudieras tener una planta en tu casa, esta debería estar entre las primeras opciones.
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