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Bretón: «Es increíble que no sepamos dónde están mis hijos»

«Soy completamente inocente», aseguró José Bretón ante el jurado popular, que tiene 48 horas para decidir sobre su inocencia o culpabilidad

Momento de la llegada a la sala de la Audiencia Provincial de Córdoba de José Bretón
Momento de la llegada a la sala de la Audiencia Provincial de Córdoba de José Bretónlarazon

José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos con alevosía y agravante de parentesco, hizo ayer su último alegato. Fue un discurso breve en el que Bretón, que durante las tres semanas de duración del juicio apenas pestañeó, aprovechó para insistir en su inocencia.

José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos con alevosía y agravante de parentesco, hizo ayer su último alegato. Fue un discurso breve en el que Bretón, que durante las tres semanas de duración del juicio apenas pestañeó, aprovechó para insistir en su inocencia. A renglón seguido afirmó: «Me parece increíble que, habiendo transcurrido 21 meses (desde la desaparición de los pequeños Ruth y José) aún no sepamos dónde están».

Después de los informes finales presentados por el Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa del acusado, Bretón aseguró al jurado popular, formado en su mayoría por mujeres –aunque dos o tres son solteras, como dijo en su día a LA RAZÓN el abogado de Bretón–, que es «complemente inocente». Por cierto, en este sentido cabe recordar que durante la testificación de Bretón, el presidente del Tribunal, Pedro Vela, le llegó a llamar la atención por contestar precisamente con «eso es completamente falso» y «eso es rotundamente falso», en vez de responder con un sí o con un no, ya que, según Vela, no contesta.

«Es verdad que no soy inteligente, lo reconozco», afirmó el acusado, a pesar de que durante la celebración del juicio diferentes testigos dijeron precisamente lo contrario sobre él. Era el momento de dar lástima. De presentarse de forma distinta, como un mero «segundón». La misma lástima que el abogado de Bretón ha intentado transmitir durante el juicio, al reflejar al acusado como un hombre cariñoso que, aunque tuviera trabajo, lo dejaba todo por su mujer. Ruth fue la que decidió divorciarse de él. Ruth fue la que decidió cuándo casarse y cuándo tener los hijos. Ruth... es la que según Bretón y su abogado llevaba «los pantalones en el matrimonio». El acusado utilizó esta artimaña para añadir que por eso agradece a la acusación particular que le haya hecho más fácil su defensa, al resaltar puntos que sirven, a su juicio, para probar su inocencia. La letrada María del Reposo Carrero, la acusación particular de Ruth Ortiz, «no puede garantizar al 100 por 100 todas y cada una de sus acusaciones», es más, en opinión de Bretón, no puede garantizar «ninguna», aludiendo finalmente al hecho de que, después de 21 meses, aún no se haya averiguado dónde están los pequeños.

A Bretón se le ha calificado frecuentemente como un sujeto frío, simulador, cruel, manipulador. Por sus gestos se serenidad durante el juicio, se ha llegado a creer que es capaz de mentir por convicción y ser incapaz de portarse bondadosamente con los demás y de responder con empatía al dolor ajeno. Aún están frescas las imágenes de su reacción cuando el forense escenificó la dramática cremación de los dos niños, la postura en que debieron colocarse sus cuerpos, etcétera (una actitud absolutamente impávida, como si el drama no fuera con él) o la cínica conversación telefónica con una ex novia poco después de haber hablado con su abatida ex esposa. Es un individuo que, al parecer, exhibe una alarmante carencia en su mundo emocional y afectivo –ni siente ni padece–, sin conciencia de culpa, a juicio de los expertos.

Hay personas, como Bretón, que no experimentan ansiedad ni miedo al castigo. La psicóloga clínica Pilar Enjamio afirmó que, tras estudiar su perfil, llegó a la conclusión de que Bretón tiene «una mente trastornada, psicótica, con una interpretación caótica de la realidad, de su realidad». Para ella, en él sólo existe una obsesión: «Su ex mujer, volver con ella a toda costa. Es tal la magnitud de su trastorno obsesivo que puede llegar a matar a sus propios hijos para convertirse en un héroe para su amada. Incluso la ayuda en su búsqueda con una frialdad espeluznante».

Enjamio explica que el acusado quizá durmió a los menores, no para evitarles sufrimiento, sino porque de esta manera los niños no gritaran para no alterar su entorno. «Una personalidad obsesivo-compulsiva repite acciones exageradamente de limpieza, entre otras, que denotan claramente culpabilidad».

Ahora queda en manos del jurado popular argumentar el veredicto, una tarea difícil para la que sólo contará con 48 horas.

LOS INFORMES FINALES

«MATÓ A SUS HIJOS MOVIDO POR EL ODIO HACIA SU MUJER»

La fiscal del caso Bretón, María de los Ángeles Rojas, tras afirmar que la familia paterna de los niños no tiene nada que ver en este asunto y que no hay que criticarla, aseguró que existen «tantas pruebas» que no cabe duda de que Bretón «es el asesino de sus hijos». Recordó que la cadena de custodia de los restos óseos encontrados en la hoguera «no se rompió en ningún momento», tal y como dictaminó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en una resolución previa al juicio y que, sin embargo, se había puesto en duda, después de que la forense que confundió los huesos humanos con animales dijera que había oído como rumor que los «huesos se habían ido de copas».

«LA MUERTE DE RUTH Y JOSÉ ES EL RESULTADO DE UN PLAN CRIMINAL»

María del Reposo, la acusación particular de Ruth Ortiz, aprovechó su informe final para hacer énfasis en que la muerte de los pequeños Ruth y José, de seis y dos años de edad, es el resultado de un «plan criminal» orquestado por Bretón. Para la abogada de Ruth, «ya había indicios y pruebas suficientes» de que el padre de los niños les dio muerte, tras administrarles tranquilizantes para posteriormente acabar quemando sus cuerpos. Por todo ello, Del Reposo pidió 40 años de condena para José Bretón. «La actitud» del acusado desde el pasado 8 de octubre de 2011, «sus palabras, su actitud y su actuación son las que le delatan» y forman «la principal prueba de cargo» contra el acusado.

«HA PODIDO AYUDAR PARA QUE SUS HIJOS NO ESTÉN CON SU MADRE»

El abogado de la defensa, el letrado José María Sánchez de Puerta, concluyó que su cliente «no es un asesino», aunque no descartó que Bretón «haya podido ayudar para que sus hijos no estén con su madre, pero no es un asesino», insistió. Sánchez de Puerta, que pidió la absolución para Bretón, hizo hincapié en que lo de que su cliente ideó la muerte de sus hijos «es sólo una suposición». «Se le ha satanizado por cualquier gesto... se le ha presentado como un verdadero monstruo», pero «no se ha demostrado» si los niños «han muerto y no se ha podido demostrar cómo estos niños murieron». Por eso, pidió al jurado que obvie «el juicio paralelo» de medios que ya han condenado a Bretón.