Córdoba

«Bretón está deseando que empiece el juicio»

La estrategia de la defensa se basará en las pruebas de ADN y en la ruptura de la cadena de custodia

José Bretón defiende que los huesos de la finca no son de sus hijos
José Bretón defiende que los huesos de la finca no son de sus hijoslarazon

El abogado del presunto asesino de los niños de Córdoba afirma que mantendrá la versión de que perdió a los niños y que está preparado porque se conoce perfectamente el sumario del caso.

El abogado de José Bretón, José María Sánchez de Puerta basará su defensa en la ruptura de la cadena de custodia y en la falta de pruebas de ADN que demuestren que los huesos son de Ruth y José. "Es la prueba madre y caben muchísimas condiciones para que no se pueda identificar plenamente a la persona a la que pertenecen esas pruebas. Es la prueba más importante y no la tenemos", dijo a la salida de la prisión de Alcolea tras visitar al único acusado por e secuestro y asesinato de sus dos hijos, por el que la fiscalía pide más de 40 años de prisión. Sánchez de Puerta indicó que Bretón está convencido de que los huesos recuperados en la finca de Las Quemadillas "no son los huesos de sus hijos"Sánchez de Puerta explicó que su cliente "está preparado para el juicio", previsto para el 17 de junio, y que tiene ganas de que empiece. A Bretón, la decisión de que se juzgue mediante un jurado popular "no le gusta". "Va ser difícil encontrar un jurado compuesto por 11 personas que no estén contaminadas", dijo. "Se sabe el sumario perfectamente y es una persona muy inteligente. Ruth es una persona que ha salido totalmente de su vida. Al principio hablarba de ella, pero hace tiempo que no se refiere a ella", añadió el letrado.

Por su parte, el magistrado-presidente del Tribunal del Jurado del caso Bretón, Pedro Vela, ha fijado 22 puntos clave sobre los que se juzgará a José Bretón, en un juicio que comenzará el 17 de junio con la selección de los nueve miembros del jurado entre los 36 candidatos ya sorteados y al día siguiente, declarará en la sala el progenitor de los niños, informa Ep. Ruth Ortiz comparecerá ante el magistrado el día 19. Según recoge el auto de hechos justiciables, en el juicio se deberá dilucidar si el acusado "ideó dar muerte a sus hijos como venganza hacia su mujer"; si camino de la finca de Las Quemadillas suministró tranquilizantes a los pequeños "para facilitar su adormecimiento total y/o su muerte"; si prendió una hoguera y colocó en ella a sus hijos, alcanzando la pira temperaturas de hasta 1.200 grados centígrados "logrando un efecto similar a un horno crematorio", quedando "únicamente unos restos óseos", o si finalmente acudió a la Ciudad de los Niños para denunciar la pérdida de los pequeños, "pese a conocer perfectamente que no había existido tal desaparición en el parque, sino que él había dado muerte previamente a sus hijos".

Los primeros hechos justiciables versan sobre lo que pudo ser el desencadenante: la ruptura de José Bretón y su entonces esposa, Ruth Ortiz. Así fija para el debate si desde el verano de 2011 las relaciones se habían deteriorado "debido al carácter estricto y poco afectuoso"de él. Si a consecuencia de ello, el 15 de septiembre, Ortiz comunicó a Bretón sus intenciones de separarse, ante lo que el acusado "mostró gran enfado". Si ya rota la convivencia y establecido un acuerdo para tener los niños en fines de semana alternos, cada vez que Bretón coincidía con amigos o familiares mostraba "el enfado con ella por tomar la decisión de poner fin al matrimonio".

Entre otro de los puntos de debate señala si en ese contexto de ruptura matrimonial "el acusado ideó dar muerte a sus hijos como venganza hacia su mujer", decidiendo que el lugar más adecuado sería la finca. Si con la finalidad de "elaborar su plan y asegurar su perfecta ejecución"realizó una serie de preparativos entre el 15 de septiembre y el 7 de octubre consistentes en hacer acopio de leña de olivo en la parcela; adquirir combustible en grandes cantidades -unos 271 litros- en una gasolinera de Huelva y, entre otras cosas, acudir a la consulta de un psiquiatra, con intención de que le recetara unos tranquilizantes "con los cuales pudiera facilitar el completo adormecimiento y/o la muerte de los niños".

Un horno crematorio

Tras hacer un recorrido por las horas previas a la llegada a la finca el 8 de octubre --se debatirá si ideó una coartada quedando con sus hermanos en la Ciudad de los Niños; si por la mañana acudió a la finca para asegurarse que nada impediría su plan o si de vuelta hizo creer a su familia que iba con los niños a comer con unos amigos--, los hechos justiciables se adentran en lo que pudo ocurrir en la finca. Así, uno de ellos versa sobre si Bretón, camino de la finca, le suministró a los niños los tranquilizantes y si, tras llamar dos veces a su esposa una vez en la finca y no conseguir hablar con ella, "decidió seguir con su propósito criminal".

El punto 16, uno de los clave, propone "si acto seguido, el acusado, conforme a lo que ya tenía previsto y meditado, prevaliéndose de su condición de padre y de su mayor fortaleza física, confianza y autoridad acabó con la vida de sus hijos Ruth y José Bretón Ortiz, de manera no determinada, y prendió una hoguera". Si la avivó rápidamente, prosigue, gracias al acopio de leña de olivo

y gasoil y en ella colocó los cuerpos de sus hijos junto con una mesa metálica haciendo que la pira alcanzara temperaturas de hasta 1.200 grados centígrados, "logrando un efecto un horno crematorio". Y si ante la magnitud de la temperatura, "las partes blandas del cuerpo de los niños desaparecieron rápidamente, quedando únicamente unos restos óseos".

Además, el auto propone como otros hechos sobre los que se va a juzgar a Bretón si este permaneció junto a la hoguera hasta las 17:30 horas, en que se marchó de la finca, "alimentándola de combustible para mantener la temperatura que permitiera la total calcinación y desaparición de los cuerpos de sus hijos Ruth y José".

Si el acusado, "una vez asegurado de que los cuerpos habían quedado calcinados", salió con su vehículo por la entrada principal de la finca, arrojó en dos contenedores cercanos "tres bolsas de basura con los pantalones de trabajo que llevaba puestos para ejecutar su macabro plan, así como otros efectos que le pudieran incriminar, y dio la vuelta con el coche, haciendo una maniobra inhabitual con la finalidad de eludir la grabación de unas cámaras de seguridad cercanas, cuya ubicación conocía".

Igualmente, se juzgará si una vez en el entorno de la Ciudad de los Niños llamó a sus hermanos y padres para hacerles creer que estaba en el parque con los niños y, cuando consideró que había pasado un tiempo suficiente para hacer creíble la desaparición, volvió a llamar a su hermano Rafael diciéndole que había perdido a los niños.

Asimismo, el auto plantea si sobre las 18:41 horas el acusado llamó al teléfono de emergencias del 112 comunicando la desaparición de sus hijos provocando la intervención de la Policía, acudiendo ya sobre las 20,43 horas a la Comisaría de Policía Nacional para presentar denuncia por la desaparición, "pese a conocer perfectamente que no había existido la desaparición en el parque, sino que él había dado muerte previamente a sus mencionados hijos".

Además, se incluye el debate sobre si las investigaciones realizadas a consecuencia de la denuncia hecha por el acusado han tenido un coste para el Ministerio del Interior de 137.335,65 euros, para la empresa Cóndor Georadar de 5.500 euros y para el Ayuntamiento de Córdoba de 22.567 euros, cantidades por las que Fiscalía pide que Bretón los indemnice. Entretanto, el auto recuerda que para el Ministerio Público y la acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, los hechos son constitutivos de dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco, así como de un delito de simulación de delito, mientras que para la defensa Bretón no tuvo intervención y solicita su libre absolución.

El 5 de julio está reservado al visionado y audición de diligencias y conclusiones. Tres días después las partes presentarán sus informes. A partir de ese momento el jurado se retirará para deliberar y después se hará público el objeto del veredicto.