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China abrirá su quinta base en la Antártida

El rompehielos científico chino «Xuelong», que zarpó en octubre pasado de su puerto base de Shanghái y llegó a la Antártida a finales de diciembre, inició los preparativos para construir la quinta estación científica polar china en el continente helado, informó hoy el «Diario del Pueblo».

El «Xuelong» (»Dragón de Nieve»), que alcanzó las aguas de Victoria Land, en la Antártida, el pasado 26 de diciembre, ha transportado ya a 13 científicos de la expedición al Polo Sur número 31 del gigante asiático hasta la costa rocosa de la isla Inexpressible, confirmó el Ministerio de la Tierra y los Recursos.

El helicóptero «Xueying» (»Águila de Nieve») del buque desplazó allí al personal, junto con unas 10 toneladas de suministros, con las que se hará un reconocimiento y una serie de mapas para elegir la ubicación de esta quinta base de investigación científica junto al mar de Ross, que se espera construir este verano.

Según informaciones de abril pasado del propio «Diario del Pueblo», la quinta base china, para la que aún no se ha anunciado un nombre, estará diseñada para alojar a unas 80 personas en verano y unas 30 en invierno.

Cuando el «Xuelong» regresó de su misión anterior, el año pasado, el investigador Zha Enlai, del Centro de Hidrogeología y Geología Mediambiental vinculado al Centro de Topografía Geológica de China, avanzó que la base contaría con unos 6.000 metros cuadrados y un parque eólico propio.

Desde 1984 China ha establecido en el continente helado cuatro bases polares, la última de ella en 2013.

Según avanzó en noviembre la prensa oficial, a una de las bases se añadirá próximamente un punto de seguimiento para el sistema de navegación por satélite Beidou (alternativa china al GPS), lo que levantó cierta polémica en Australia, donde se teme que se pueda usar con fines militares.

El tratado internacional que gobierna la Antártida establece que su suelo sólo se debe utilizar con fines pacíficos, pero sistemas como el Beidou, o el noruego Trollsat (aprovechado por EEUU), que ya tiene una base allí, según algunas voces violan esos términos, ya que se pueden usar para hacer más preciso el guiado de misiles.

La presencia china en la Antártida se acelerará en los próximos años, ya que Pekín ha adquirido un avión de ala fija, un BT-67 que entrará en servicio hacia octubre, según confirmó recientemente a Efe Zhang Tijun, director de operación de las estaciones del Instituto de Investigación Polar de China.

Con este avión, una versión mejorada de otro modelo clásico estadounidense de transporte, el DC-3, con dos turbohélices, espacio para hasta 38 pasajeros y capacidad para unas 5,9 toneladas de carga, la autonomía de China en el Polo Sur pasará del máximo de 350 kilómetros que puede cubrir el «Xieying» hasta 2.400 kilómetros.

Además se espera que 2016 entre en servicio, con dos años de retraso, su segundo buque de investigación polar, construido para esa función en China, al contrario que el «Xuelong», que fue comprado a Ucrania en 1993 y readaptado como rompehielos científico.