Ciencia
Descubierto un nuevo linaje de arañas en Canarias
Un equipo de expertos de la Universidad de Barcelona (UB) ha descrito en las islas Canarias un nuevo linaje endémico de arañas del género Loxosceles, un grupo de arácnidos ampliamente distribuido en todo el mundo que pueden causar picaduras bastante molestas. El hallazgo científico se ha publicado en un artículo de la revista Journal of Biogeography que está firmado por los expertos Carles Ribera y Enric Planas, del departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB.
Existen más de 107 especies del género Loxosceles distribuidas en regiones de todo el mundo, especialmente en África y América. Son pequeñas arañas de color marrón, de hábitos nocturnos, cuerpo de aspecto piriforme y tres pares de ojos dispuestos en forma de triángulo. Loxosceles es también un género de interés sanitario: en algunos casos, la picadura de la araña puede causar efectos de diversa consideración en los afectados. «Las Loxosceles no son arañas agresivas», detalla el profesor Carles Ribera, experto en sistemática y filogenia animal y miembro del Grupo de Investigación de Sistemática y Evolución Zoológica de la UB.
«Es un género de arañas que se encuentra distribuido principalmente por América del Sur y del Norte y por África. Solo en casos muy extremos, la picadura de las Loxosceles puede desencadenar cuadros graves de loxoscelismo por la toxicidad del veneno, que tiene acción necrotizante y hemolítica».
En Canarias, el único representante conocido del taxón Loxosceles era la especie L. rufescens, originaria del área mediterránea y probablemente introducida en las islas por la acción humana. Ahora bien, en todas las islas —a excepción de La Palma— también hay, como mínimo, un linaje endémico de Loxosceles, apuntan los expertos de la UB. El descubrimiento del nuevo grupo endémico de arañas del género Loxosceles —que muestra un alto grado de diversificación— amplía el catálogo de la biodiversidad de los artrópodos en este territorio insular.
Tal como explica el experto Enric Planas, «hay diferencias morfológicas, genéticas y ecológicas entre el nuevo grupo endémico de arañas y la especie conocida hasta ahora, L. rufescens». «El grupo endémico de arañas Loxosceles —señala el experto— muestra diferencias en los órganos reproductores, se encuentra en hábitats naturales y más conservados (grietas, cuevas, piedras, etc.). Y suponemos que se ha dispersado de isla en isla de forma natural». En cambio, la especie introducida, L. rufescens, es una araña habitual en ambientes urbanos, más próximos a los humanos, y su colonización es moderna.
Los expertos de la UB han analizado la diversidad y los patrones de distribución de Loxosceles en todo el archipiélago canario. Aplicando técnicas de filogenia molecular, han determinado la historia evolutiva de las arañas Loxosceles en Canarias incluyendo en el estudio especies de Loxosceles de Túnez, la península ibérica, Guinea, Madeira, Marruecos y Namibia.
Más allá de la erupción del Roque Nublo
El modelo clásico de dispersión a través de corredores en islas oceánicas (stepping stone model) explica cómo se forjó la distribución de las poblaciones endémicas en Canarias: hace más de diez millones de años, el linaje endémico se dispersó desde el continente hasta las islas más antiguas (Fuerteventura y Lanzarote) y, más tarde, de estas al resto de islas del archipiélago (más modernas). Los resultados del estudio también coinciden con la teoría de la biogeografía insular: en las islas de edad media (es decir, Tenerife y Gran Canaria) se encuentra la mayor diversidad biológica.
El vulcanismo también tiene un papel clave en la diversificación de especies en muchas islas oceánicas como el archipiélago canario. Según algunas hipótesis, hace 3,5 millones de años, la mayor parte de la biota insular de Gran Canaria desapareció a raíz del episodio volcánico del Roque Nublo. «Esta hipótesis no coincide con los resultados de nuestro estudio», remarca Enric Planas.
«En concreto, lo que se ha constatado es que el fenómeno geológico del Roque Nublo probablemente favoreció la separación de dos linajes locales de arañas Loxoceles en Gran Canaria», concluye.
Islas oceánicas: descubriendo los mecanismos de la evolución
Las islas oceánicas son laboratorios naturales para conocer la dinámica de los procesos evolutivos sobre colonización y diversificación de especies. «En las islas Canarias hay una gran riqueza faunística», apunta el profesor Carles Ribera, que ha dirigido varios trabajos de taxonomía, sistemática y filogenia animal en el archipiélago canario.
«En este contexto, las arañas son modelos excelentes para los estudios de biogeografía y de especiación en los archipiélagos oceánicos de todo el mundo». Los estudios biogeográficos que estos investigadores han llevado a cabo en las islas Canarias se pueden aplicar a otros sistemas ecológicos.
«Estos trabajos —explica el profesor Ribera— ayudan a mejorar el conocimiento científico sobre los ecosistemas naturales y aportan nuevas perspectivas para resolver problemáticas relacionadas con la ecología, la gestión, la biología de la conservación y el impacto de especies foráneas en las poblaciones locales».
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