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El desmantelamiento de Fukushima, de nuevo a examen

Un equipo de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) comenzó sobre el terreno una nueva evaluación del proceso de desmantelamiento de la accidentada central de Fukushima.

La misión de 15 expertos, que sigue a otra enviada por este organismo con sede en Viena en abril de 2013, analizará cómo el Gobierno nipón y la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), están encarando los principales problemas de este proceso de desmantelamiento que podría extenderse cuatro décadas.

Cómo hacer frente a la acumulación de agua radiactiva en la planta sigue siendo «uno de los restos más importantes a medio plazo» casi cuatro años después de que un terremoto y tsunami provocaran la crisis nuclear, explicó hoy Juan Carlos Lentijo, responsable del equipo de expertos de la misión del OIEA.

«En 2013 vimos como el Gobierno de Japón y TEPCO estaban llevando a cabo unas medidas preventivas muy impresionantes para hacer frente a ese reto. Uno de nuestros objetivos en esta misión es revisar cómo han funcionado estas medidas y si la situación ha mejorado», apuntó Lentijo en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.

Otro de los objetivos de esta visita, que es la tercera de la OIEA desde el desastre de 2011 y durará una semana, será evaluar el avance de los complicados trabajos de extracción de combustible parcialmente fundido de 3 de los 6 reactores de la planta.

Tras las primeras revisiones de este tipo que se llevaron a cabo en abril, noviembre y diciembre de 2013, Tokio pidió en septiembre pasado que se continuara con este tipo de visitas para que el OIEA siguiera asesorando a Japón en sus esfuerzos de desmantelamiento de la central.

A principios de año, el Gobierno nipón informó de que el organismo de control nuclear de la ONU también enviará un equipo de revisión de seguridad a la planta de Kashiwazaki-Kariwa, en la prefectura de Niigata (centro), después de que lo solicitara la operadora Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de Fukushima.

El equipo comprobará la seguridad de los equipos de esta planta, considerada la más grande del mundo, con el fin de que TEPCO pueda reactivar dos de sus reactores para hacer frente a las enormes pérdidas que le ha supuesto el accidente de Fukushima.