Ciencias humanas

El gen culpable de que el cerebro se haga viejo

Identificada la variante genética que provoca que nuestra materia gris funcione como si tuviera doce años más.

El gen culpable de que el cerebro se haga viejo
El gen culpable de que el cerebro se haga viejolarazon

Identificada la variante genética que provoca que nuestra materia gris funcione como si tuviera doce años más.

Si comparamos un grupo de personas de la tercera edad, una primera impresión nos salta a la vista. Unos nos parecerán más envejecidos que otros. Los habrá con más arrugas en la cara, con una mayor dificultad para caminar, con menos pelo o con la voz más debilitada. A los 80 años, algunos pueden tener un aspecto más joven que otros a los 70.

Según un estudio publicado ayer en la revista Cell Systems, esas diferencias también se pueden observar en el cerebro. La materia gris de una persona puede parecer hasta 12 años más envejecida que la de otra de su misma edad. Y acaba descubrirse por qué. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia han hallado una variante genética común que impacta enormemente el umbral de envejecimiento cerebral a partir de los 65 años. De hecho, esta peculiaridad podría modificar el riesgo personal de padecer enfermedades neurodegenerativas. El hallazgo puede facilitar entonces la existencia de un nuevo biomarcador que sirva para prevenir la aparición de enfermedades como el Alzhéimer y promover la aplicación de terapias antienvejecimiento.

Muchas de las diferencias en el ritmo de envejecimiento cerebral parecen estar relacionadas con una modificación en el gen TMEM106B. Las personas que tienen dos copias defectuosas de ese gen tienen un córtex prefrontal que parece 12 años más envejecido de lo normal si se miden determinados parámetros de desarrollo.

Siempre se ha considerado que el principal factor de riesgo para estos males neurológicos era la edad, no la genética. Sin embargo, parece que algo ocurre en el cerebro cuando vamos envejeciendo que lo convierte en más sensible a la aparición del mal. La ciencia ha buscado con denuedo cuáles son las claves genéticas de este proceso: ¿qué hace que un cerebro envejezca más sano que otro? En este estudio, se han analizado datos genéticos de autopsias cerebrales de 1.904 personas que no tuvieron ninguna enfermedad neurodegenerativa en vida.

Primero, buscaron en ellos algunos transcriptomas, las sustancias mensajeras que inician el proceso de expresión de los genes. Más tarde compararon ese dibujo con el de otras 1.904 personas de las mismas edades y observaron si existían diferencias. En concreto, analizaron el comportamiento de 100 genes que parecen activarse más o menos en función de la edad. De ese modo pudieron determinar si un cerebro se comporta como corresponde a su edad o expresa sus genes como un cerebro «más mayor». Un gen llamó entonces la atención: la variante de TMEM106B aparecía casi siempre en los cerebros más envejecidos. Pero esta variante no entra en juego hasta superados los 65 años. Antes de esa edad, los portadores de ella no parecen envejecer más deprisa. El estudio no indica de qué manera este gen provoca su efecto en el organismo, pero al menos lo identifica como culpable.

En otras palabras, parece que estamos cerca de encontrar un interruptor que se enciende llegada cierta edad y que genera un envejecimiento cerebral más veloz. Quizás así se explique por qué el Alzhéimer afecta sobre todo a personas mayores y, quizás, estemos cerca de encontrar un factor que permita prevenir con mucha antelación la aparición de esta enfermedad, así como de otras patologías que vayan deteriorando nuestro cerebro.