Barcelona

Hallan la primera evidencia de una nueva fase en las estrellas de neutrones

Un estudio liderado por la Universidad de Alicante (UA) y en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha detectado la que podría ser la primera evidencia observacional de la existencia de una nueva fase exótica de la materia en la corteza interna de las estrellas de neutrones (púlsares).

Según informa la UA, los resultados de dicho estudio, que se publican en el último número de la revista 'Nature Physics', abordan una de las incógnitas en el campo de los púlsares de rayos X: la existencia de un límite superior de 12 segundos en los periodos de rotación de las estrellas de neutrones aisladas, que se debe en realidad a nuevas fases exóticas de la materia.

Los púlsares son estrellas de neutrones (ultracompactas y fuertemente magnetizadas) en rotación, que emiten radiación electromagnética con asombrosa precisión en su periodicidad.

"Esta puede ser la primera evidencia observacional de la existencia de la fase de 'pasta nuclear' en el interior de estrellas de neutrones, lo cual puede permitir que futuras misiones de observatorios de rayos X puedan usarse para delimitar aspectos de cómo funciona la interacción nuclear que aún no están del todo claros". Así lo expone José A. Pons, profesor del grupo de Astrofísica Relativista de la Universidad de Alicante y director de su Departamento de Física Aplicada, que ha liderado el trabajo.

La 'pasta nuclear', llamada así por similitud con la pasta italiana, sucede cuando la combinación de la fuerza nuclear y electromagnética,

a densidades cercanas a la de los núcleos atómicos, favorece el ordenamiento de los nucleones (protones y neutrones) en formas geométricas no esféricas, como láminas o filamentos (lasaña o espagueti).

"Las misiones espaciales de la última década han detectado un creciente número de púlsares de rayos X aislados, y hemos visto con sorpresa que tampoco ninguno de ellos presenta un periodo de rotación superior a 12 segundos. Pero no existía ninguna explicación teórica para este fenómeno", explica la investigadora del CSIC Nanda Rea, del Instituto de Ciencias del Espacio (Barcelona).