Historia

Manhattan

La bomba atómica se hace Parque Nacional en EE.UU.

El secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, y la secretaria de Interior Sally Jewell, firman el acuerdo para dedicar un Parque Nacional a la bomba atómica, una decisión sin precedentes que más allá de un memorial por los fallecidos, contará la historia de cómo los científicos más brillantes trabajaron en el Proyecto Manhattan, que culminó con el arma más destructiva del planeta
El secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, y la secretaria de Interior Sally Jewell, firman el acuerdo para dedicar un Parque Nacional a la bomba atómica, una decisión sin precedentes que más allá de un memorial por los fallecidos, contará la historia de cómo los científicos más brillantes trabajaron en el Proyecto Manhattan, que culminó con el arma más destructiva del planetalarazon

Estados Unidos estableció este martes el primer Parque Nacional dedicado a la bomba atómica, un espacio que, más allá de ser un memorial a los fallecidos, contará la historia de cómo los científicos más brillantes trabajaron en el Proyecto Manhattan, que culminó con el arma más destructiva del planeta, informa Efe.

El secretario de Interior, Sally Jewell, y el de Energía, Ernest Moniz, firmaron en Washington un memorándum del acuerdo entre las dos agencias por el cual quedó establecido oficialmente el nuevo Parque Nacional Histórico.

De aquí a febrero próximo se elaborarán los detalles del proyecto y está previsto que entre abril y octubre de 2016 puedan abrirse al público las puertas del parque nacional.

Después de numerosos estudios y borradores de ley, el Congreso dio luz verde al National Defense Authorization Act de 2015, que autoriza la financiación de los gastos necesarios para poner en marcha el parque y construir los accesos públicos.

El acuerdo firmado, además, estipula los roles de las respectivas agencias, del Interior y de Energía, en la creación y la gestión del parque, y las pautas de interpretación y la preservación histórica.

El siguiente paso consistirá en elaborar un documento fundacional con los propósitos y el significado histórico del parque, algo para lo que se ha tenido en cuenta la opinión de las comunidades locales estadounidenses y japonesas.

Posteriormente se procederá al diseño de los planos, de los servicios y de la experiencia que se ofrecerá, tarea de gran complejidad, ya que algunas de las zonas estarán abiertas al público todo el tiempo, mientras que otras serán de acceso restringido, y solo se podrán visitar en momentos puntuales del año.

El nuevo parque nacional, además del particular tema al que está dedicado, se distinguirá de los demás por su deslocalización en tres estados alejados geográficamente, pero todos ellos lugares clave para el desarrollo de la bomba: Oak Ridge (Tennessee), Hanford (Washington) y Los Alamos (Nuevo México).

Oak Ridge fue donde se llevaron a cabo las investigaciones para enriquecer el uranio para desarrollar la bomba atómica, y fue allí y en Hanford donde se construyeron los reactores nucleares en los que se obtuvo el plutonio necesario para el proyecto.

El grueso principal del diseño y la construcción de la bomba, no obstante, se desarrolló en Los Alamos, una remota localidad de Nuevo México que en 1942 fue ocupada militarmente y desalojada para establecer el laboratorio secreto donde se hizo la primera bomba.

El servicio de Parques insistió en la suma sensibilidad con la que se tratará el tema:

«Este parque no se crea para celebrar la creación de la bomba atómica, sino para recordar y aprender de ese momento del pasado que cambió el curso del mundo», enfatizó el director asociado de Planificación de Parques, Servicios y Territorio, del Servicio Nacional de Parques, Vic Knox, a los medios de comunicación.

«Tenemos vasta experiencia en explicar la complejidad de la historia y de acontecimientos controvertidos, como la Guerra Civil estadounidense o la pugna por los derechos civiles en Estados Unidos», agregó Knox.

«Nos comprometemos a contar la historia completa con toda su complejidad, incluido el contexto de guerra, el impacto del uso de las armas nucleares y el legado del proyecto Manhattan», explicó Knox.

Así, Estados Unidos abordará en estos espacios uno de los momentos más controvertidos de su historia reciente, la elaboración de la bomba atómica, la semilla que terminó con las explosiones de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que acabaron en el acto con la vida de 80.000 personas en la primera y de 74.000 en la segunda.

El enfoque científico es una de las facetas más importantes del proyecto para el subsecretario adjunto de Gestión del departamento de Energía, David M. Klaus.

«La historia del Proyecto Manhattan no es sólo la de la bomba atómica sino de toda la energía nuclear», dijo Klaus.

EFE