BBVA

Los descubridores de que la obesidad está en el cerebro, premiados por la Fundación BBVA

Douglas Coleman (i) y Jeffrey Friedman (d)
Douglas Coleman (i) y Jeffrey Friedman (d)larazon

Douglas Coleman y Jeffrey Friedman han sido los galardonados con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de biomédica por "revelar la existencia de los genes involucrados en la regulación del apetito y del peso corporal, un descubrimiento fundamental para entender patologías como la obesidad", según el jurado presidido por el premio Nobel de Medicina, Werner Arver.

La leptina es la hormona producida por la grasa que actúa sobre el hipotálamo -en el cerebro- para "regular la ingesta de alimento, el gasto energético y la cantidad de grasa que se acumula", explicaba el jurado. Así, "la falta de leptina o de su receptor conduce a la obesidad". Los trabajos de estos investigadores han provocado un importante cambio de paradigma en la sociedad: demuestran que la obesidad no se debe "a un comportamiento inadecuado, sino que es la consecuencia de un desequilibrio en un proceso regulado hormonalmente", destacaban.

Coleman se mostró encantado de recibir el premio junto a Friedman: "Un día me llamó y me dijo que quería trabajar con los ratones con los que yo trabajaba, y fue él quien encontró, varias décadas después, la hormona cuya existencia yo había predicho". Por su parte, Friedman también expresó su felicidad por obtener el galardón. Según él, el sistema funciona de forma que cuanta más grasa corporal hay, más leptina se produce y menos apetito se siente. El objetivo final es que un individuo con mucha grasa acabe comiendo menos, para que no siga engordando.

Estos investigadores descubrieron además que la leptina "circula por la sangre y actúa sobre los centros cerebrales que regulan el apetito". Eso significa que la obesidad "está en el cerebro". Asimismo, el médico estadounidense afirmó que "por lo que sabemos, la causa principal por la que la gente engorda es una química cerebral alterada".

La leptina, por tanto, no es el único gen relacionado con la obesidad, pero sí tiene un papel principal, y será seguramente importante en tratamientos farmacológicos futuros de la obesidad, según Friedman, que aseguró que se seguirán encontrando más genes relacionados. No obstante, el investigador mantiene que el objetivo no debería ser que "todo el que esté obeso adelgace, sino mejorar su salud, algo que se logra con pérdidas moderadas de peso".

Friedman precisó que "siempre existe el debate acerca de cuando se debe tratar la obesidad, pues si existe otra enfermedad, como una cardiopatía, se debe tratar, pero si pese a que haya sobrepeso se está sano haríamos más daño que bien".