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Los europeos no sabemos de diabetes

Los europeos no sabemos de diabetes
Los europeos no sabemos de diabeteslarazon

En el día mundial de la enfermedad se descubren las muchas lagunas que aún existen sobre la enfermedad.

Hoy, Día Mundial de la Diabetes, haremos bien los medios de comunicación en recordar los mensajes sobre esta enfermedad que no deberían olvidarse el resto del año. La que llaman epidemia del siglo XXI va camino de convertirse, silenciosamente, en el mayor reto que deberá afrontar la sanidad mundial. En 2014 la Organización Mundial de la Salud atribuyó a la diabetes una prevalencia mundial del 9 por 100 entre adultos mayores de 18 años. Esto quiere decir que 9 de cada 100 personas en edad de trabajar, de crear familias, de prosperar, están afectadas por el mal. Al año, mueren cerca de 1,5 millones de personas por su culpa, más del 80 por 100 de ellas en países pobres. En 2030 la diabetes será la séptima causa de muerte prematura en el mundo.

Europa pertenece a una de esas pocas regiones del planeta donde lo normal es poder vivir una larga y estable vida a pesar de tener diabetes. La diabetes tipo 1 se controla fácilmente en nuestros entornos sanitarios públicos y ricos y la diabetes tipo 2 está identificada como una de las enfermedades crónicas a las que se hace un seguimiento más global. Quizás por eso, o a pesar de eso, los europeos seguimos siendo en cierto modo ignorantes sobre el asunto, puede que sigamos atendiendo demasiado poco a la importancia del desarrollo de esta enfermedad, que aún no le hayamos visto lo suficiente las orejas al lobo.

Eso parece desprenderse de la gran encuesta que ha realizado una institución sin ánimo de lucro dedicada a la salud y el consumo de café (Institute of Scientific Information on Coffee ISIC). El instituto no deja de ser parte interesada en la materia: pretende apoyar los beneficios del consumo moderado de alimentos como el café y desterrar algunos mitos sobre su uso. Pero la encuesta es suficientemente amplia (2.800 personas encuestadas en Reino Unido, Italia, Alemania, Dinamarca, España, Finlandia y Holanda) como para tenerla en cuenta. Los resultados son bastante reveladores del grado de conocimiento o desconocimiento que tenemos sobre la diabetes tipo 2.

Lo que más llama la atención es que parece que entre los europeos existe cierta confusión sobre el rol que juega la dieta en el desarrollo de esta patología. Muchas gente piensa que la diabetes tipo 2 está relacionada con el consumo alto de hidratos de carbonos y la mayoría relaciona el mal con el consumo de azúcar.

Más del 80 por 100 de los daneses, italianos y finlandeses y el 70 por 100 de los holandeses e ingleses creen que las comidas con azúcar son un factor de riesgo. Sin embargo, los últimos estudios de entidades como el Comité de Asesoría Nutricional del Reino Unido sólo encuentran una relación directa entre la diabetes 2 y el exceso de ingesta de bebidas azucaradas. No directamente con el consumo de alientos con azúcar. Hay que recordar que los principales factores de riesgo de este mal, según las últimas evidencias son el sobrepeso, la distribución de la grasa corporal, el sedentarismo, la historia familiar y la edad. La dieta (salvo en el caso de las bebidas azucaradas) no es necesariamente un factor de riesgo principal, aunque puede estar relacionada con el resto de factores.

En España el 80 por 100 de los encuestados sí identificó correctamente las bebidas azucaradas como un factor más peligroso que la dieta en sí.

El 58 por 100 de las personas preguntadas cree que reducir el consumo de grasas saturadas previene la diabetes. Realmente no es así. Es cierto que estas grasas son un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, pero la diabetes 2 está más relacionada con otros malos hábitos. Sobre todo con la obesidad y la inactividad física.

Un 57 por 100 de los entrevistados cree, además, erróneamente, que la diabetes está relacionada con el consumo elevado de sal.

Donde sí parece que existe una buena información es en el terreno de la obesidad. EL 90 por 100 de los daneses y alemanes, el 95 por 100 de los finlandeses y el 100 por 100 de los españoles reconocieron que el sobrepeso es un factor de riesgo determinante para desarrollar diabetes tipo 2

Un 60 por 100 añadió también que el ejercicio físico es una buena estrategia para prevenir la patología. Por desgracia solo entre el 50y el 60 por 100 de los entrevistados reconoció que sería capaz de cambiar sus hábitos de ejercicio y de bajar de peso si se le diagnosticara diabetes.

Finlandia resultó ser el país mejor informado en la material, España ocupa el cuarto lugar. El Reino Unido queda a la cola de estos 7 países estudiados.

Para combatir al enemigo, la primera estrategia consiste en conocerle bien. Un día como hoy vuelve a quedar patente que aún debemos mejorar más en la divulgación de esa amenaza silente a la que llamamos diabetes.