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Plutón gana puntos ante los astrónomos

Los primeros datos de la misión New Horizons desvelan un cuerpo más complejo, colorido y fascinante de lo esperado.

Plutón gana puntos ante los astrónomos
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Los primeros datos de la misión New Horizons desvelan un cuerpo más complejo, colorido y fascinante de lo esperado.

Que Plutón era una planeta raro se sabía desde hace tiempo. Raro con la rareza de las piedras preciosas, esa excepcional belleza de los que no parecen pertenecer a su clase. De hecho Plutón no es un planeta, de tan raro... Ese fue uno de los motivos por los que se lanzó al espacio la misión «New Horizons», que finalmente llegó a sus destino y sobrevoló Plutón el pasado mes de julio con gran estrépito en los medios de comunicación. No en vano era el único planeta (o lo que sea) del Sistema Solar que no había recibido aún la visita de una nave espacial humana.

La misión quería conocer más de cerca ese cuerpo original y excéntrico. Saber algo más de su composición, de su superficie y su órbita. Entender la peculiar danza que realiza con su luna Caronte.

Ayer, la revista «Science» publicó el primer informe científico con los resultados de la misión. Y muchos astrónomos han quedado aún más sorprendidos de lo que esperaban. Sí, Plutón es raro.

De hecho, el principal investigador firmante del trabajo, Alan Stern, ha declarado que «la complejidad de Plutón está muy por encima de lo esperado».

¿Por qué? Las imágenes obtenidas por «New Horizons» permiten describir con mayor nitidez que nunca accidentes morfológicos, partes de la superficie, elementos de la atmósfera e incluso las lagunas de agua helada mezclada con otros elementos químicos que cubren su corteza.

Gracias a este encuentro de cerca, se han podido apreciar algunos rasgos fascinantes del cuerpo planetario. Por ejemplo ,sus montañas de hielo. El agua helada es el único elemento que abunda a alturas de varios cientos de metros sobre la superficie. En concreto, un agrupamiento de protuberancias hallado en la región conocida como Planum Sputnik bien podrían ser icebergs. Pero no unos icebergs corrientes. Allí, ya lo hemos dicho, nada puede ser normal. En realidad se trata de pedazos de hielo de H20 bañados en un mas de nitrógeno helado.

No está muy claro el mecanismo de gestación de estas estructuras. Probablemente en las profundidades del planetoide las presiones son suficientemente altas como para fundir el nitrógeno helado. Y este actúa allí como las aguas subterráneas en la Tierra: erosiona todo a su paso, horada el terreno y genera cavidades y corrimientos. Los grandes trozos de hielo flotantes pueden ser productos desgajados de esa erosión.

Otra peculiaridad plutoniana es la edad de su corteza visible. El suelo carece de cráteres de impacto, lo que sugiere que es relativamente joven, unos 100 millones de años. Pero la edad de lo que subyace bajo la primera capa de terreno es un misterio.

Uno de los instrumentos utilizados para cartografiar la superficie, la cámara MVIC, que mide un amplio rango del espectro visible, ha revelado una inesperada paleta de colores en el planeta enano. Hasta ahora, las representaciones de Plutón siempre lo han mostrado como una bola gris, de aburridas sombras y piel lisa. La nueva imagen dista mucho del mito. Plutón alberga una gran variedad de elementos sólidos y, a la luz de los telescopios, exhibe una inesperada coloración de tonos blancos, rojizos, amarillos y azulados.

Los científicos pueden deducir, a partir de estos colores, de qué está compuesto un planeta. El metano, el monóxido de carbono, el nitrógeno y el agua absorben la luz cercana al infrarrojo de manera diferente. De ese modo, una cámara que observe precisamente esa región de la radiación lumínica puede detectar dónde se produce un cambio de composición.

El estudio ayer publicado revela que en el hemisferio occidental de Plutón abundan el hielo de metano y el hielo de monóxido de carbono, mientras que las zonas ecuatoriales parecen pobres en hielo.

Las coloraciones rojas de la superficie denotan la presencia de compuestos orgánicos llamados «tholins», que son resultado del impacto de la radiación solar sobre el metano, el nitrógeno y el monóxido de carbono.

Pero Plutón no está solo en la nómina de cuerpos que albergan agua helada. Los datos revelan que dos de las lunas que lo orbitan, Nix e Hydra, están también cubiertas de un manto congelado.

Las mejores imágenes del lejano planetoide todavía se están por analizar. Pero esta primera e impresionante tanda ha desvelado un cuerpo mucho más complejo de lo que se creía, con materiales dispersos, fantasmagóricas neblinas de acetileno que ascienden a más de 150 kilómetros de altura y colores brillantes. La complejidad de Plutón estimula la idea de que esos cuerpos desdeñados de los confines del sistema solar, a menudo considerados escombros pseudoplanetarios y que forman parte del cinturón de Kuiper ,pueden albergar también fascinantes historias, que compiten en belleza científica con los planetas interiores como Marte. ¿Les robarán protagonismo?