Estación Espacial Internacional

Tres millones de objetos orbitan la Tierra

Laurence O´Rourke de la Agencia Espacial Europea (ESA), durante el primero de los cinco debates sobre ciencia y tecnología
Laurence O´Rourke de la Agencia Espacial Europea (ESA), durante el primero de los cinco debates sobre ciencia y tecnologíalarazon

El problema de la basura espacial ha obligado, incluso, a blindar la Estación Espacial Internacional (EEI)

Tres millones de objetos, principalmente chatarra y restos de satélites y cohetes, orbitan la Tierra, 20.000 de ellos de más de diez centímetros, un tamaño más que suficiente para interferir o poner en riesgo la exploración espacial, informa Efe.

El problema de la basura espacial ha obligado, incluso, a blindar la Estación Espacial Internacional (EEI) y ha hecho que en los últimos años, al menos varias veces, los astronautas que la habitan hayan tenido que refugiarse en las naves Soyuz acopladas a ella.

Además, junto a los 20.000 objetos de mayor tamaño, otros 600.000 ponen en riesgo el trabajo de los astronautas en el exterior de sus naves, ya que cualquier impacto de basura espacial, incluso de trozos muy pequeños, puede afectar a los trajes presurizados.

"Hemos recuperado paneles solares del telescopio espacial Hubble en los que se ven perfectamente los impactos que han hecho los pequeños trozos de esta basura", ha afirmado el responsable de comunicación de la Agencia Espacial Europea (ESA) en España, Emmet Fletcher.

Fletcher, quien ha participado hoy en el primer debate del foro "CyT en 60 minutos", organizado por la Agencia Efe con el apoyo de la Fecyt, ha explicado que Europa está desarrollando o "más bien afinando"las tecnologías capaces de localizar la basura espacial más pequeña para poder destruirla después.

Por el momento, ya hay dos radares de prueba en España y Francia que trabajan para encontrar en el espacio la basura más pequeña.

Pero el respeto de la ESA por el medio ambiente y las energías seguras y limpias no sólo pasa por la lucha contra la basura espacial, sino que también incluye la puesta en marcha de iniciativas "si no para no contaminar, al menos para contaminar menos", ha asegurado.

Entre otras iniciativas, la ESA cuenta con Clean Space, un programa que pretende reducir el impacto medioambiental de las misiones espaciales y que, por ejemplo, supone buscar combustibles menos contaminantes y peligrosos para la propulsión de los cohetes y los vuelos tripulados, ha declarado Fletcher.

Pero el sector espacial "respeta, acata y trabaja por la conservación del medio ambiente desde muchos otros aspectos", ha defendido Augusto Caramagno, responsable de desarrollo de negocio en los programas de la ESA en SENER.

"La industria espacial ha ayudado a entender mejor la evolución del clima"y aunque "Europa tiene un presupuesto menor que el de la NASA, en cuanto a observación de la Tierra se refiere (atmósfera, hielo, deforestación...etc) se están dando mejores resultados".

Para este ingeniero electrónico, el sector espacial, por muchos aspectos a la vez, es una apuesta "necesaria y rentable"para un país y para su industria, no sólo para la ciencia.

"Cuando se envían misiones, el objetivo es hacer ciencia"pero también se puede hacer negocio, ya que "por cada euro que España invierte en espacio, tiene un impacto o retorno económico de dos o tres euros", ha puntualizado Caramagno.

De hecho, ha apuntado, de todo el dinero que se invierte en este sector cada año en todo el mundo, cerca de un 40 % se dedica a la fabricación de satélites y la creación de servicios y el 60 % al consumo, es decir, "a todos los sectores que consumen tecnología hecha para el espacio (agricultura, meteorología, navegación por satélite...etc)".

La conclusión es que "el coste o impacto para el contribuyente es muy bajo para todo lo que se puede conseguir".

En cuanto al presupuesto que los países europeos dedican a espacio, Caramagno ha recordado que el Consejo Ministerial de 2012 fue una "catástrofe, sobre todo para España que, por su situación económica tuvo que recortar"su aportación a la ESA.

Sin embargo, la última reunión (diciembre 2014) fue "una ministerial muy especial porque todos los objetivos fijados por la ESA se han podido cumplir", según Fletcher.

Tras esa reunión, "España ha regresado a los niveles de 2008 que la sitúan como el quinto inversor de Europa", ha puntualizado Caramagno.