Brote de ébola
Claves del Zmapp, el fármaco de la esperanza
El tratamiento al que está sometida Teresa Romero ha sufrido cambios significativos en las últimas horas. Como ha podido saber LA RAZÓN, la auxiliar de enfermería, infectada por el virus del ébola, estaría recibiendo un tercer tratamiento: el suero experimental «supuestamente agotado» Zmapp. Las dosis que tratarán de frenar el virus se encontraban en España desde hace unas semanas, cuando el objetivo principal era conseguir la curación del religioso Manuel García Viejo.
Según fuentes consultadas por este periódico, la pauta de tratamiento a administrar habría sido la siguiente: como primer paso el «suero de convaleciente» procedente de la hermana Paciencia Melgar (ya disponible en el Hospital Carlos III y del que algunas fuentes apuntan que podría haber recibido hasta seis dosis desde el martes); y de modo combinado y de forma posterior, un antiviral, favipivavir (cuya disposición en España está confirmada por el Ministerio y el propio laboratorio, Toyama Chemical /Fuji Film). Ante los cambios significativos en la evolución de la enfermedad, las crisis sufridas con el consiguiente empeoramiento de su salud hasta niveles críticos, los médicos habrían decidido emplear el Zmapp, que se encontraba en la Agencia del Medicamento Española desde el mes de septiembre.
Cambios necesarios
La orden de administración podría deberse a la posible aparición de efectos secundarios graves de los fármacos experimentales, aún no probado en ensayos clínicos con humanos. Fuentes médicas aseguran que, pese a las bondades que se desprenden del Zmapp, la procedencia de una planta de tabaco y su composición de nicotina no son del todo inocuas y puede que generen ciertos cambios no deseados en un organismo debilitado ya de por sí por la terrible y agresiva infección.
Así, el «suero del convaleciente», como apuntan los médicos, como mucho puede que no ejerza ningún tipo de estimulación en las defensas de la sanitaria, por lo que la enfermedad seguiría su curso sin freno. Del mismo modo, el antiviral favipivavir puede que no hubiese funcionado, ya que en dosis altas no se ha demostrado que no sea tóxico, según datos del laboratorio y la propia OMS. De momento, no hay más ejemplos del uso de favipivavir que la curación de una enfermera francesa de Médicos sin Fronteras que fue repatriada y ya en París le fue administrado el tratamiento, que culminó con éxito.
Las próximas horas serán claves para observar si la administración del fármaco Zmapp actúa sobre la carga viral de la auxiliar. Algunos ejemplos de los pasos que podrían darse próximamente se pueden encontrar en los casos de los médicos estadounidenses que superaron la enfermedad, gracias a entre otras opciones terapéuticas, al suero experimental. En ellos, tras la administración del tratamiento los infectados experimentaron una lenta mejoría y en los días siguientes comenzaron a alimentarse con sólidos.
Cautela
Los servicios sanitarios que atienden a Teresa Romero, de 44 años, se muestran bastante cautelosos, ya que en esta fase de la enfermedad infecciosa se produce una serie de altibajos antes de llegar a una fase en la que se determina si sus órganos tendrán fuerzas para continuar o empezarán a sufrir daños irreparables, como apuntan los expertos.
Zmapp
La misión de la molécula Zmapp es evitar que el virus entre en contacto con las células sanas. Por ello, sus componentes están diseñados para actuar de envolvente del virus y evitar que éste se «pegue» a los tejidos. Se trata de sofisticada ingeniería biomolecular, lo que impide que su actual producción sea masiva. Combina tres anticuerpos monoclonales humanizados procedentes de modelos de murinos fabricados en una planta de tabaco, denominada Nicotiana. Se trata de un cóctel que optimiza componentes ya existentes, como el MB-003 (Mapp) y ZMAb (Defyrus / PHAC).
Hasta ahora, según datos de la OMS, había disponibles suficientes dosis como para cubrir unos diez tratamientos, pero casi todos ya han sido usados en la actualidad. Uno de los grandes expertos estadounidenses, Thomas Geisbert, profesor de Microbiología e Inmunología de la Facultad Médica de la Universidad de Texas en Galveston (EE UU), sobre ébola se muestra a favor del uso de este fármaco, pero en los estadios iniciales de la enfermedad, en los que sí ha mostrado cierta actividad y ha obtenido resultados positivos en humanos (dos se han salvado). Frente a ello, en otros dos pacientes que estaban en una etapa más avanzada, ha fallado, como publicaba un artículo en la revista «Nature», por lo que los médicos recomiendan un uso temprano. La escasez de dosis se debe a que lo conseguido hasta la fecha ha sido financiado por subvenciones y contratos que sólo eran suficientes para producir una serie de dosis para evaluar la seguridad y la eficacia en animales. La actual epidemia ha cambiado por lo que Mapp y KBP están trabajando, con ayuda del gobierno de EE UU, para fabricar más dosis. La OMS y algunos expertos consultados por LA RAZÓN han colocado grandes esperanzas en este suero experimental. «La diversidad de cepas es uno de los obstáculos en el diseño de tratamientos y en la administración a los pacientes. Porque lo que protege a unos no lo hace con otros», apunta Geisbert. En esta epidemia el virus predominante ews el ébola Zaire, el más agresivo de los cinco existentes. El uso de anticuerpos es muy común en otras patologías, como las reumatológicas y las oncológicas, donde los resultados son muy buenos, ya que en muchos casos no sólo paran la enfermedad, sino que la revierten, por lo que la seguridad del uso en pacientes con este virus no está comprometida.
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