Barcelona

Combatir la tartamudez desde niños

Combatir la tartamudez desde niños
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Aunque está lejos de ser una discapacidad, sí puede conllevar aislamiento social y marginación laboral.

Más de medio millón de hogares en España conviven a diario con la tartamudez, una peculiaridad que, lejos de ser una enfermedad o una discapacidad sí puede considerarse un verdadero problema para quienes la padecen, ya que frecuentemente conlleva aislamiento social, marginación laboral y sufrimiento.

De hecho, según señala el presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez, «la tartamudez es sufrimiento, es miedo y angustia a la hora de hablar por el temor a que se descubra tu peculiaridad, es suicidio social e incluso, suicidio físico, es llanto diario sentirte vilipendiado y el hazmerreír del grupo» y ello se debe principalmente al «desconocimiento que existe en la sociedad acerca de este problema». Es por este motivo que, año tras año, con motivo del Día Internacional de la Tartamudez, que se celebra hoy, la fundación lanza una campaña de concienciación y sensibilización acerca de esta peculiaridad, la cual este año se dirige principalmente a los niños y su entorno, como la familia, los docentes o pediatras. Porque, si bien es cierto que la tartamudez supone dolor y sufrimiento para quien la padece, existe una manera de evitarla y ésta pasa por actuar en y con la infancia.

Y es que, tal y como señala Adolfo Sánchez, hasta los siete años es posible revertir la tartamudez mediante tratamientos y terapias. Por ello, es de vital importancia la detección precoz del problema y su consiguiente intervención. En esta línea, desde la fundación alertan de que cuando un niño sufre repeticiones entre los tres y los cinco años, en el 80% de los casos se trata simplemente de una tartamudez fisiológica que desaparece con el tiempo. Pero en un 20% de las situaciones esa tartamudez es persistente y se cronifica, por lo que, ante la duda, y contrariamente a lo que frecuentemente suelen recomendar pediatras y docentes desinformados, conviene tratar a estos niños de pequeños, cuando aún no es tarde. Ésta es la única manera de combatir la tartamudez, actuando en cuanto se detectan las primeras repeticiones, los primeros indicios, puesto que en ningún caso su tratamiento es perjudicial y la tartamudez a edades tempranas es muy fácil de corregir. «Tratando a tiempo a un niño tartamudo, se puede evitar un adolescente tartamudo y un adulto tartamudo», recuerda el presidente Adolfo Sánchez.

Así pues, dada la importancia de la detección y del tratamiento temprano de la tartamudez, la campaña de este año se dirige principalmente a pediatras, docentes, padres y profesionales que tratan a diario con niños, así como a los propios críos, y su objetivo es el de concienciar sobre la trascendencia de actuar a tiempo. Y precisamente de tiempo va la cosa. El lema de esta campaña es «sólo necesito un poco de ti ti ti tiempo» y los pelusas, unos muñecos de plastilina en diferentes formas y colores que simbolizan situaciones negativas asociadas a la tartamudez como la marginación o la burla, son los protagonistas. Éstos son los encargados de trasmitir y difundir los cinco mensajes principales de la campaña: no acabes mis frases, ten paciencia; no me interrumpas; no tengas prisa y no te fijes en cómo lo digo, sino en lo que digo; no te burles de mí, si te vas a reír hazlo conmigo, no de mí; y escúchame, sólo necesito un poco más de tiempo que tú para decir las cosas.

En definitiva, la campaña reclama respeto hacia unas personas que sufren una peculiaridad en el habla pero que disponen de las mismas capacidades que las personas que no tienen este problema, por el cual frecuentemente se les estigmatiza.