Enfermería

Cómo eliminar apósitos adhesivos sin dolor según una farmacéutica

Este truco también es eficaz para remover las tiritas y las famosas kinesiotapes.

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Si hay algo más incómodo que estar lastimado, es retirar los apósitos o tiritas una vez hemos sanado. Lo cierto es que hacerlo de manera incorrecta puede irritar la piel y, peor aún, regalarnos una depilada que no necesitábamos o, por lo menos, no deseábamos. Los apósitos son indispensables para evitar una posible infección de la herida y, por ende, su material adhesivo funciona como barrera absoluta ante todo tipo de gérmenes.

Para una correcta remoción del apósito, el cuidado es fundamental para no dañar la piel o el tejido de la herida. Es importante asegurarse de tener las manos limpias y utilizar guantes, si es necesario, para mantener la zona estéril. Si el apósito está adherido a la herida, es recomendable humedecerlo con una solución salina estéril para facilitar su desprendimiento.

Cómo retirar un apósito sin hacernos daño

La respuesta está en la técnica que empleamos para retirarlo. En principio, solemos tirar a contrapelo, rápido, para que el dolor pase de inmediato. Está claro que no es la manera ideal para eliminar estos adhesivos, pero es la que todos solemos poner en práctica. No obstante, la farmacéutica y usuaria de Instagram @boticarialacalle comparte en su perfil un truco sencillo para remover los apósitos, tiritas y kinesios sin hacernos daño.

El truco consiste en retirar el material tirando del elástico hacia arriba suavemente, es decir, retirando el adhesivo paralelo al brazo, pierna o lugar donde esté ubicado.

Cabe resaltar que al retirar un apósito de forma brusca o sin precauciones, se puede desgarrar la piely reabrir la herida, retrasando el proceso de curación. Además, este tipo de daño puede crear nuevas heridas o abrasiones, incrementando el riesgo de infecciones debido a la exposición de la piel a bacterias.

Cuando un apósito está firmemente adherido, retirarlo así sin más elimina el tejido granulado, que es vital para la cicatrización. Esto retrasa la curación y causa una cicatrización deficiente. En casos extremos, la remoción inadecuada de un apósito puede causar sangrado, aumentando la susceptibilidad a infecciones y complicando el manejo de la herida.

Otros trucos para remover adhesivos

Un método efectivo es aplicar una pequeña cantidad de aceite, como aceite de bebé, aceite de oliva o aceite de coco, sobre el adhesivo. Esto ayuda a descomponer el pegamento y reduce la adhesión a la piel. La loción corporal o el alcohol isopropílico también pueden ser útiles para debilitar el adhesivo. Una vez que el aceite o la loción se han absorbido por unos minutos, se puede comenzar a levantar los bordes del adhesivo suavemente, evitando tirones bruscos que puedan dañar la piel.

Otro truco útil es aplicar calor al área antes de intentar retirar el adhesivo. Utilizar un secador de pelo en la configuración de calor bajo o colocar una compresa tibia sobre el adhesivo por unos minutos puede aflojar el pegamento, haciendo que sea más fácil de despegar. Al calentar el adhesivo, se vuelve más flexible, lo que permite una retirada más suaves.