Mascotas

¿Cómo saber si tu perro es un genio? Así lo determina la ciencia

Un equipo internacional de científicos ha analizado qué ocurre en la cabeza de un perro superdotado y ha identificado tres rasgos cognitivos poco frecuentes que explican esta capacidad fuera de lo común

¿Cómo saber si tu perro es un genio? Así lo determina la ciencia
¿Cómo saber si tu perro es un genio? Así lo determina la cienciaUnsplash

Algunos perros no solo saben sentarse o dar la pata: son capaces de aprender decenas de nombres de juguetes y recordarlos con precisión. Un equipo internacional de científicos ha analizado qué ocurre en su cabeza y ha identificado tres rasgos cognitivos poco frecuentes que explican esta capacidad fuera de lo común.

Cómo se hizo el estudio

El trabajo, coordinado por la Universidad de Portsmouth junto a la Universidad Friedrich Schiller de Jena y publicado en la revista Scientific Reports, se apoyó en un proyecto de ciencia ciudadana. Participaron 22 perros de distintos países (Reino Unido, Estados Unidos, Suiza, Países Bajos y Alemania): 11 con una sorprendente facilidad para aprender nombres de objetos y 11 perros "corrientes" emparejados por edad, sexo y raza.

Debido a que los animales vivían en lugares muy distintos, fueron sus propios dueños quienes aplicaron una batería de ocho pruebas cognitivas en casa, siguiendo instrucciones muy precisas. Todas las sesiones se grabaron en vídeo para que los investigadores pudieran revisar después cada paso y comparar el rendimiento de los dos grupos.

Las pruebas medían, entre otros aspectos, la curiosidad ante objetos nuevos, la memoria, la resolución de problemas, la comunicación con humanos y el autocontrol.

Los tres rasgos que comparten los perros “genio”

Tras analizar las grabaciones, los científicos vieron un patrón claro en los perros capaces de aprender nombres de muchos juguetes:

1. Curiosidad inusual por lo nuevo

Estos perros mostraban un interés mucho mayor por objetos que no conocían. En la prueba del "objeto novedoso" pasaban más tiempo explorándolo y examinándolo que los perros de control, lo que sugiere una tendencia natural a investigar y aprender.

2. Fijación especial por ciertos objetos

Además de curiosos, parecían especialmente centrados en los objetos. Preferían interactuar con juguetes concretos -por ejemplo, algunos tipos de goma o determinadas texturas- y mantenían esa atención durante más tiempo. Esa "afinidad" facilita asociar cada juguete a una palabra distinta y consolidar el vocabulario.

3. Capacidad para frenar los impulsos

Los perros superdotados demostraron más autocontrol en tareas que exigían inhibir una respuesta automática, como evitar ir por el camino más directo hacia una recompensa para elegir el recorrido correcto. Esa capacidad de "parar y pensar" es clave para resolver ejercicios complejos de aprendizaje.

Los autores señalan que la combinación de estos rasgos recuerda, en algunos aspectos, a ciertos perfiles humanos con gran atención al detalle y menor motivación social, aunque advierten de que cualquier paralelismo con rasgos del espectro autista debe tomarse con mucha cautela y requerirá más estudios.

Animales muy raros… y muy útiles

Encontrar perros con estas capacidades no es sencillo. Para incluirlos en el estudio se exigía que fueran capaces de traer juguetes concretos solo con oír su nombre, sin ver al dueño, y que reconocieran al menos una veintena de objetos distintos. Aun rastreando varios países, el equipo no logró localizar a más de once.

Pese al tamaño reducido de la muestra, la diversidad geográfica de los participantes refuerza la idea de que se trata de individuos excepcionales dentro de la especie. Ejemplos como Harvey, un border collie británico capaz de identificar más de 200 juguetes por su nombre, ilustran hasta dónde puede llegar esta habilidad.

Qué podría venir después

Los investigadores creen que sus resultados pueden servir para diseñar pruebas estandarizadas que detecten desde cachorros qué perros tienen un potencial cognitivo extraordinario. Eso facilitaría seleccionar candidatos para trabajos de alta exigencia mental, como perros de asistencia, rescate o apoyo policial.

Queda por resolver una pregunta clave: ¿estos rasgos vienen "de serie" o pueden estimularse con entrenamiento? La respuesta determinará hasta qué punto es posible potenciar estas capacidades en más perros y no solo en un puñado de "genios" caninos.

Mientras tanto, el estudio vuelve a poner de relieve algo que la ciencia lleva años confirmando: la mente de los perros es mucho más compleja y diversa de lo que parece, y todavía queda mucho por descubrir sobre cómo entienden el mundo y a nosotros.