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Ángel Expósito: «Este planeta sería impensable sin los misioneros»

Ángel Expósito: «Este planeta sería impensable sin los misioneros»
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Acaba de presentar un libro-entrevista sobre Don Bosco, el fundador de los salesianos

Ángel Expósito, periodista, director de «La Mañana» de COPE, no lo dudó ni un momento. Cuando la editorial Librería Editrice Vaticana le propuso realizar un libro-entrevista con el rector mayor de los Salesianos, Ángel González Artime, sobre Don Bosco, en el marco del Bicentenario del nacimiento del santo de Valdocco (Turín), dijo que sí. Y comenzó una aventura que le llevó a descubrir que Don Bosco tiene algo que decir sobre los problemas de la sociedad de hoy, una propuesta que hacer sobre cuestiones como los jóvenes, la inmigración o la mujer. Un hombre polifacético, cuya pasión define González Artime, su décimo –y primer español– sucesor: «Cualquier joven, niño, adolescente, hombre o mujer es una oportunidad en cualquier circunstancia, por muy peligroso que sea».

–¿Sigue siendo actual el mensaje de Don Bosco?

–Sí, porque los problemas que abordó siguen repitiéndose hoy: los jóvenes, la mujer, la inmigración y hasta el terrorismo. Los afrontó siempre con una propuesta educativa, de carácter integral, promoviendo fundamentalmente lo que hoy llamamos Formación Profesional.

–Son cuestiones que tienen que ver con la gestión política de nuestra sociedad...

–Era un personaje completamente despolitizado, más bien implicado en lo social. Seamos sinceros; hoy, los salesianos son exactamente igual en cualquier lugar del mundo. Y lo digo porque los he podido ver en lugares como Mali o Sierra Leona. Da igual el gobierno de turno, ellos sólo piensan en los chavales.

–¿Hay continuidad entre el mensaje de su fundador y lo que los salesianos hacen ahora?

–No sólo por la herencia o por cómo han sabido adaptarse a las circunstancias, sino porque hay un montón de concomitancias entre ambas épocas. Por ejemplo, la inmigración, la educación, la juventud y si me apuras, hasta las redes sociales.

–¿Redes sociales...?

–De hecho, en el libro pregunto a Fernández Artime sobre lo que haría Don Bosco en las redes sociales. Iría de cabeza al Twitter y al Facebook seguro.

–«Haría lío», como suele decir el Papa Francisco, ¿no?

–Más aún, estaría ya metido en todos los líos. Don Bosco fue un adelantado a su tiempo hace 200 años y me temo que con los problemas que tenemos hoy, llevaría ya metido en ellos mucho antes de la crisis, antes de las presiones migratorias y antes del terrorismo islamista.

–Le hubiese preocupado el paro juvenil. ¿Ofrece alguna receta?

–Una: la Formación Profesional. Lo que hizo fue acoger a los chavales más desgraciados en una época de revolución industrial en la «industrialísima» Turín. Crea en Valdocco un centro de acogida religioso y educativo y se pone a formar a los chavales. Les enseña oficios, imprenta, mecánica... lo que haga falta. A ellos y a ellas. En aquellos años fue una revolución la igualdad de oportunidades que promovía entre hombres y mujeres..

–También haría algo con respecto al drama migratorio, ¿no?

–Le habría pillado en Libia o Marruecos trabajando. También habría denunciado el problema y propondría la única manera que hay de solucionar la cuestión: el desarrollo de los países, que sólo se puede hacer con la educación.

–Aunque aborde dramas, su mensaje rebosa esperanza...

–Absolutamente, aunque estaría cabreado con la situación social. Sería muy optimista, porque para él cada persona es una oportunidad.

–¿Le ha llamado la atención algo de manera especial de esta figura?

–Que era titiritero. De hecho, es el patrón de los magos. Tenía que entretener a los chavales e hizo guiñoles, marionetas; aprendió magia, oficios... Era un hombre muy polifacético.

–Es un libro sobre un religioso, del que habla otro religioso, no un libro religioso.

–Ciertamente, el protagonista lo es; el entrevistado también; el periodista, no; y los temas, en parte sí y en parte no. Todo tiene la perspectiva común de Don Bosco, pero no es un libro estrictamente religioso, pues se tocan muchos temas de gran actualidad.

–Siempre en la palestra está la presencia de las obras de la Iglesia en la sociedad, en ocasiones con polémica...

–Sería inconcebible el sistema educativo en un país como el nuestro si no existieran instituciones como los salesianos. Absolutamente impensable lo que sería de este planeta sin los misioneros en general y los salesianos en particular. Son gente, ellos y ellas, muy especial. Gente a la que no llegaremos nunca a la suela del zapato. Son héroes en mayúsculas, los héroes del siglo XXI.

–Como comunicador, ¿qué le ha aportado escribir un libro de estas características?

–La capacidad de ver las cosas con profundidad y de darme cuenta de que en países como Mali, lugares como Sicilia y en conversaciones como la que he mantenido con Fernández Artime hay cuestiones infinitamente más importantes para la sociedad y para el mundo que el auge de Podemos o tal ley económica. Reordena las prioridades.

–¿Irá a Valdocco como el Papa?

No sólo iremos, sino que coincidiremos con Francisco y le daremos el libro. El Papa es muy de los salesianos.