Series
«Dos hombres y medio» muere de éxito
Tenían argumentos para venirse arriba, tantos como millones de espectadores –en septiembre de 2011 batieron su récord con una emisión vista por 27.000.000 seguidores–, pero no han sabido medir sus fuerzas y la CBS acaba de romper la baraja. La cadena estadounidense ha anunciado que «Dos hombres y medio» ya tiene fecha de caducidad. El septiembre se estrenará su última temporada después de 12 en antena. Para disimular que el final viene provocado por la decadencia de esta comedia de situación se han apresurado a endulzar la finalización elevándola a la categoría de evento televisivo como sucedió recientemente con «Cómo conocí a vuestra madre», que se despidió de la audiencia dejándola un nudo en la garganta.
¿Regresará Charlie Sheen?
Los ejecutivos de la CBS han dado muy pocas pistas. Apenas una declaración de intenciones –«Chuck Lorre (el creador de «Dos hombres y medio») está muy entusiasmado, tiene muy buenas ideas y está preparando muchas sorpresas»– y sin despejar la incógnita fundamental: si Charlie Sheen, al que echaron de la producción con cajas destempladas, volverá en un guiño que colmaría el morbo de millones de espectadores. Así las cosas, lo más probable, conociendo el carácter ciclotímico tirando a irascible de Sheen, es que la diga adiós con un gesto sarcástico desde el plató de «Anger Management», la serie que ha levantado el solito por su cara bonita. El fallecimiento catódico de «Dos hombres y medio» tiene muchos autores intelectuales. Los primeros, los máximos responsables de la CBS, que han consentido todos los caprichos de sus estrellas. Entre ellas, y la más importante, que les extendiesen prácticamente un cheque en blanco. El ex esposo de Demi Moore, Ashton Kutcher, llegó para sustituir a Sheen con un sueldo que le ha llevado a convertirse en el actor mejor pagado de la televisión: cerca de 700.000 dólares por episodio. Este caché tuvo un inmediato efecto dominó, ya que a su compañero de reparto, Jon Cryer, se le subió el sueldo hasta los 620.000, según las cifras que maneja «Hollywood Reporter». De pronto, la ficción se convertía en la producción más cara de la cadena. En principio no había nada que objetar si no fuese porque no cuadraban las cuentas. A medida que subían los sueldos bajaban los índices de audiencia. Tras la marcha de Sheen vio cómo se dejaba por el camino 13 millones de espectadores, pasando de tener 29 a 16. Lejos de mejorar, empeoró, puesto que en la décima temporada promedió 14 millones de seguidores.
Espíritu canalla
A esta sangría hay que añadirle otro episodio que alteraría aún más la estabilidad del reparto. Angus T. Jones –el niño, ya un joven, que está en todas las salsas mediando entre su torpe padre y su compañero de piso– clamó contra el espíritu canalla de la serie. En un vídeo difundido por el portal religioso «Forerunner Chronicles» afirmó: «Si veis ''Dos hombres y medio'' por favor dejad de verla, dejad de llenar vuestra cabeza con esa porquería». Se refería a las constantes, y a estas alturas ya repetitivas, referencias al sexo, la promiscuidad del personaje de Kutcher, y demás situaciones de moral esquiva. El terremoto mediático fue de consideración. Valieron de muy poco sus excusas a través de un comunicado diciendo que estaba muy agradecido y bla, bla, bla, que le supieron muy poco a la cadena, ya que le degradó de categoría: de ser actor fijo, pasó a ser un personaje recurrente para, al final, anunciar que abandonaba la serie. Todas estas circunstancias han sido cruciales para que la CBS la haya dejado morir, aunque tengan la intención de que, eso sí, muera matando volviendo, aunque sea por un día, a merecer un titular de cinco columnas al batir un récord de audiencia en su episodio final.
✕
Accede a tu cuenta para comentar