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El humor existencial de «Louie»

Louie C. K. es el director, productor y actor de esta serie de culto que emite Canal + Series
Louie C. K. es el director, productor y actor de esta serie de culto que emite Canal + Serieslarazon

Canal + Series estrena mañana la quinta temporada sobre las cuitas de un cómico. Una de las series más elogiada por los críticos

Hay que partir de un hecho objetivo: «Louie» es una serie para paladares exquisitos. Nunca barrerá en los índices de audiencia –ni lo pretende–, pero sí que se ha convertido en una de las series más celebradas por la crítica especializada, ha recibido varios premios Emmy y su protagonista, Louie C.K., ha sido varias veces nominado a los Globos de Oro. Algunos –a vuela pluma en un alarde de simplicidad– dicen que este productor, actor y guionista es una especie de sosias de Woody Allen. Error y de los gordos. Porque Louie C.K, a diferencia del director de «Manhattan», no habla de los problemas emocionales y existenciales de la clase media alta neoyorquina, sino de gente corriente que sobrevive en la Gran Manzana lo mejor que puede. Eso sí, Allen reconoce en Louie C. K. a uno de los suyos. Le ofreció participar en «Blue Jasmine» y no terminó del todo satisfecho: «El personaje que le di no está a la altura de su talento. Algún papel obtendré para que los dos podamos hacer algo juntos, porque creo que sería muy divertido. Soy un gran fan suyo». declaró Allen a «The New York Times».

Lo cierto es que el cómico no ha tenido que ir muy lejos para buscar la inspiración y la filosofía de la serie. Lo único, que no es poco, que ha tenido que hacer es mirarse al espejo. Porque el protagonista ha sido guionizado a su imagen y semejanza: un comediante que se gana la vida haciendo monólogos, está divorciado y tiene dos hijas.

Propietario de un humor descarnado –en el que le saca todo el provecho posible al fracaso, si no como estilo de vida, sí como un destino del que es difícil escapar–, lo suyo es darle al espectador unas bofetadas de realidad con la mano abierta. Porque no elude tratar temas aparentemente tan controvertidos como el sexo, la religión, la política y las relaciones personales, a las que es capaz de descuartizar con una sola frase.

Imprevisible y descarnado

«Louie» sorprende porque su humor es imprevisible y desconcertante, tanto como la estructura de los episodios, que ha ido evolucionando con el tiempo. En las primeras temporadas iba encadenando un monólogo tras otros. Sin embargo, con el tiempo su estilo se ha ido depurando y las tramas eran más sofisticadas aunque no lo parezca por su aparente sencillez. El cómico controla la ficción de principio a fin. Como productor, suyo es el poder creativo –no tiene a un equipo de guionistas que vayan pergeñando las tramas– y la edición de cada episodio. Su forma de trabajar es casi artesanal. Como su personaje, está divorciado y tiene dos niñas, por lo que sólo rueda tres días a la semana, ya que el resto debe ocuparse de ellas. Es en su casa donde realiza las labores de montaje con su ordenador. Su proceso creativo es un corte de mangas a ficciones de parecido registro con un equipo infinitamente superior. Se podría decir sin ser audaces que estamos ante una serie de autor. «La cuarta temporada fue una vez más innovadora. A veces el argumento es hilarante y en ocasiones desgarrador. Da que pensar a la serie. Nos lleva a lugares televisivos adonde la comedia no había llegado», dijo uno de los directivos de FX, John Landgraf, cuando anunció que se renovaba por una quinta temporada, que estrena este sábado Canal + Series.

Uno de los aspectos más atractivos de la serie es saber cuáles van a ser los compañeros de viaje de Louie C. K. en cada temporada. Y es que el cómico goza de un enorme prestigo entre sus compañeros. Así, se ha podido ver a Matthew Broderick, Jay Leno, David Lynch, Chris Rock, Susan Sarandon, Robin Williams o sus admirados Jerry Seinfeld y Ricky Gervais, dos de los cómicos con los que se siente más identificado. Sin dejar de ser él mismo, se espera que Louie C.K. nos sorprenda una vez más ofreciendo un retrato de la vida llevo de recovecos.