Blanca Romero

El milagro de ser madre mientras las bombas caen

TV3 estrena, en coproducción con RTVE, «La luz de Elna», una «tv movie» que narra las vivencias de la maternidad que ayudó a casi 600 mujeres en la II GM

Natalia de Molina encarna a Carmen, una de las protagonistas de «La luz de Eelna»
Natalia de Molina encarna a Carmen, una de las protagonistas de «La luz de Eelna»larazon

TV3 estrena, en coproducción con RTVE, «La luz de Elna», una «tv movie» que narra las vivencias de la maternidad que ayudó a casi 600 mujeres en la II GM

Igual en el desierto se sueña con que un oasis se cruce de golpe en el camino, o, como poco, vislumbrarlo a lo lejos sin que sea más que un espejismo; en plena Segunda Guerra Mundial, y con las penurias de la posguerra española bien presentes, las madres –o aquellas que estaban a punto de serlo– del sur de Francia ocupaban su imaginario con su particular palmeral: la Maternidad de Elna, un centro que del 39 al 44 ayudó a nacer a casi 600 criaturas: 597, para ser más exactos, de 22 nacionalidades diferentes. La gran mayoría, hijos de exiliados españoles. El resto, judíos y gitanos –principalmente– que huían de las garras nazis.

En el centro de la «culpa» de ello tiene un nombre propio: Elisabeth Eidenbenz, una joven suiza que iba para maestra y que terminó como heroína de la «Maternité Suisse d’Elna». Su llegada a España en la primavera de 1937 le cambió los planes. Ya venía de ser voluntaria en Dinamarca y pensaba que su misión en la Península iba a ser la de dar clases a los más pequeños, pero en su lugar se encontró con un número considerable de niños famélicos. Sin embargo, la guerra del 36 era demasiado para ella –como para la inmensa mayoría– y, tras colaborar con un almacén de ropa en Madrid, terminó huyendo al sur de Francia, donde acabaría junto a miles de personas en un campo de refugiados.

9 de cada 10 morían

Como ejemplo ilustrativo del drama, el de Argelès, renombrado como «el campo de la mierda». Allí, 9 de cada 10 bebés morían... Elisabeth pudo regresar a su suiza natal, pero pronto volvió para ayudar en la Maternidad de Brullà. En cinco meses, 33 bebés salieron adelante en unas cuadras reconvertidas en centro dispensador de vida. Algo prácticamente imposible en otro sitio pero insuficiente para evitar el cierre, por lo que la maestra tuvo que fijar una nueva meta para continuar con la labor.

En estas, el Château d’En Bardou (Elna, Francia) fue el elegido. Abandonado, el castillo se rehabilitó gracias a la aportación económica del Socorro Suizo y para diciembre de 1939 ya tenía las puertas abiertas. «Me quedé embarazada y no sabía qué era aquello ni qué tenía que hacer. Era mi primera vez. Por eso me dijeron de ir allí porque ‘‘se comía bien y te cuidaban’’, decían. Fui para una semana y me quedé un mes», recuerda a LA RAZÓN Conxita Vila, madre de Elna.

Y aquí es donde comienza la historia de «La luz de Elna» –«La llum d’Elna»–, la «tv movie» que hoy a las 22:00 horas estrena TV3 –en coproducción con RTVE, entre otros– y que Sílvia Quer («23-F» y «Operación Jaque») dirige. El guión de Margarita Melgar retoma la historia en 1942: cuando las autoridades de Vichy deciden cerrar la Maternidad y Elisabeth, junto a sus colaboradoras Victòria (Nausicaa Bonnín) y Carmen (Natalia de Molina) –exiliadas española rescatadas de Argelès–, deciden sacrificar todo lo que haga falta para salvar el lugar.

«La historia la narra Pat (Max Sampietro), un niño que ha nacido allí y que ofrece su inocencia como punto de partida. No entiende lo que pasa fuera de su casa. Es una visión del horror muy luminosa, contada como un cuento», presenta De Molina. A ella, la acompañan en el reparto Noémie Schmidt (Elisabeth), Isak Férriz y Blanca Romero, entre otros. También Nora Navas, que habla del lugar como «un halo de luz al lado del dolor y la tristeza»; y de la protagonista real como «una mujer avanzada a su tiempo». Elisabeth luchó contra todo y todos, pero las circunstancias de la Europa de entonces fueron mayores que ella y los «dragones», de los que habla Pat para referirse a la guerra, terminaron devorando el oasis en abril del 44.

Una situación no tan lejana

«La luz de Elna» nos lleva a una historia que sucedió hace ya siete décadas, sin embargo, no es un recuerdo que suene lejano. «Hablamos de algo que pasó hace mucho, pero, por desgracia, ahora estamos viviendo algo similar», comenta Natalia de Molina sobre la mayor crisis migratoria desde la IIGM. Es por ello que el largometraje, en colaboración con la Cruz Roja, ha lanzado una campaña para que las madres que se encuentran en campos de refugiados –donde el 55% de sus ocupantes son mujeres y niños– actualmente cuenten con una oportunidad como aquella.