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Europa da un paso común por el derecho al olvido

Europa da un paso común por el derecho al olvido
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Una nueva normativa busca proteger al consumidor y hacerle dueño de la información que publique en internet

Los países que conforman la Unión Europea lanzaron ayer un mensaje de unidad sobre la protección de datos personales en Internet. Los ministros de Justicia de los Veintiocho aprobaron ayer un acuerdo político para establecer una nueva normativa europea en esta materia. El texto final tendrá que negociarse con el Parlamento Europeo, pero ya recoge el derecho de los consumidores a que su información sea eliminada de internet si así lo solicitan.

«Hemos dado un gran paso hacia la modernización y la armonización del marco de la protección de datos para la Unión Europea. Estoy orgulloso de que después de tantos años de negociaciones hayamos alcanzado un compromiso sobre un texto. La nueva regulación de la protección de datos, adaptada a las necesidades de la nueva era digital, reforzarán los derechos individuales de nuestros ciudadanos y asegurarán una mayor calidad de su protección», señalaba el ministro letón de Justicia, Dzintars Rasnacs.

Responsabilidad legal

Los principales grupos parlamentarios aplaudían que los ministros europeos dieran el visto bueno a un texto, después de tres años de intensos debates para la protección de los datos personales en la red. La normativa buscará proteger al consumidor y hacerle dueño final de la información que pueda publicar en internet, exigiendo su eliminación incluso de empresas como Facebook y Google, que según el texto deberían no sólo cumplir con la voluntad de los ciudadanos, sino ser responsables de la eliminación de la información en todas las páginas web donde haya podido ser difundida. El alcance de la normativa será europeo. Por lo tanto, afectará no sólo a las compañías europeas sino a aquellas que operen en el territorio comunitario. Se dará fin por lo tanto a las leyes nacionales que existen en la actualidad en todos los Estados miembros, para homogeneizar los criterios. El 24 de junio empezarán las primeras negociaciones con el Parlamento. Según señalaba la comisaria de Justicia, Vera Jourova, el calendario ideal concluiría con una normativa final a finales de año. Con la próxima presidencia de Luxemburgo del Consejo Europeo, se pretende tener lista la regulación en octubre.

En cuanto a la postura española, el ministro de Justicia, Alberto Catalá, apoyaba la aprobación del nuevo reglamento, aunque consideraba que sigue habiendo muchos aspectos sobre los que seguir trabajando. «Pero nos parece que el texto alcanzado es un buen compromiso... Con esta normativa se va a aumentar el control de los ciudadanos sobre sus propios datos y se reducirán también los costes para las empresas ». Respecto al ahorro empresarial, Bruselas ha calculado que las empresas que quieran ofrecer sus servicios, cuando éste requiere que se procesen datos personales, podrían ahorrar 2.000 millones de euros al año en cargas burocráticas.

Consentimiento necesario

Según el texto, las compañías de internet sólo podrán procesar la información personal de los usuarios si éstos les han dado su consentimiento. Aunque siempre que lo deseen, los usuarios tienen el derecho a retirar ese consentimiento otorgado previamente a las empresas. Es el denominado «derecho al olvido», que estipula el derecho de los usuarios a que sus datos sean borrados, incluidala información publicada a través de una red social, si así lo solicita.

La norma también busca un mejor acceso de los usuarios a sus datos, así como más información sobre qué ocurre con éstos cuando deciden compartirlos, o el derecho a la portabilidad de los mismos, como por ejemplo pasar los datos de una red social a otra. Este último punto hará que crezca incluso la competencia entre las compañías del mismo sector por una mejor protección de los datos. En el caso de que las compañías no cumplan con esta nueva normativa europea, se impondría una multa por parte de Bruselas, que podría ascender al 2% del volumen de negocios o estipularse directamente en un millón de euros.