Actores

Kaley Cuoco, una niña mimada

A la protagonista femenina de «The Big Bang Theory» se le ha consentido todo, incluso ser una mala actriz

De izda. a dcha., Johnny Galecki, Kaley Cuoco y Kunal Nayyar
De izda. a dcha., Johnny Galecki, Kaley Cuoco y Kunal Nayyarlarazon

A la protagonista femenina de «The Big Bang Theory» se le ha consentido todo, incluso ser una mala actriz

Afrodita hecha carne y a una distancia razonable: el rellano que separa dos casas. Cuando los protagonistas masculinos de «Big Bang Theory» –salvo Sheldon Cooper, ese ser que solo se presta atención a sí mismo– conocieron a Penny sus expresiones combinaban la congoja y la admiración ante su presencia. Al personaje que interpreta Kaley Cuoco únicamente le faltaba la manzana. Ahí estaba la tentación que había llegado para quedarse. Y la actriz sabía de su poderío en las futuras tramas. Frente a ella se encontraban unos varones que dominan las ecuaciones y variables matemáticas salvo la de encontrar una mujer que al menos les dejase finalizar la primera frase. Llevaban ya demasiados cortejos penalizados con el fracaso.

Fiesta de graduación

Ante tanta testosterona suelta, el personaje de Caley Cuoco se convirtió en la abeja reina de este ecosistema. Soportó las arremetidas de un salido Howard, la impotencia verbal de Raj para hablar con las féminas y su intermitente noviazgo, más frustrante que un coito interruptus, con Leonard. También sedujo al público. Su desparpajo, la forma casi maternal de comportarse con los chicos, los atisbos de alcoholismo, los pantalones cortos y los tirantes de sus camisetas... era como asistir a una fiesta de graduación permanente con ella como reina del baile. Y ése fue el problema. Como personaje, Penny no evolucionaba y Cuoco se regodeaba en los mismos tics: ahora un mohín, después una cara de asombro para continuar con un repertorio de gestos ya manoseados. Su mayor déficit es que es una de las caras más visibles de una comedia con actores que dominan el género mientras que ella es una aprendiz con pocas ganas de aprender. Cuando suelta alguna frase nadie se carcajea, salvo las risas enlatadas de rigor. Le da igual. ¿Para qué, si junto a Jim Parsons (Sheldon) y Johnny Galecki (Leonard) ha logrado ganar un millón de euros por capítulo? Lo paradójico es que su papel es lo que podría haber sido su futuro, ya que es una mala actriz sin suerte en los castings que se gana la vida como camarera. Los críticos y sus compañeros de profesión le habían pillado el truco. En los galardones más importantes de la televisión, los Emmy y los Globos de Oro, la ignoran sistemáticamente. Aunque su estantería esté vacía de premios, en su cuenta corriente no caben más ceros, ya que la lista «Forbes» de las actrices mejor pagadas en la televisión en 2016 la colocó en la segunda posición con unas ganancias de 24,5 millones de dólares. A eso hay que sumar que no falta una semana en la que no sea la portada de una revista, algo que está engordando su ego en las mismas proporciones en las que crecen las envidias entre sus compañeros.

Cuoco vivía feliz en su mundo hasta que en la tercera temporada aparecieron dos intérpretes que dieron la medida exacta de sus carencias: Melissa Rauch (Bernadette, la esposa de Howard) y Mayim Bialik (Amy, la novia de Sheldon). Ellas sí que conocen el ritmo de una comedia y cómo hacer del exceso interpretativo una virtud. Además, le dan entidad a personajes que podían ser unas caricaturas. A pesar del dinero y la popularidad, Cuoco ya se ha cogido la primera pataleta. Siente que Penny se ha quedado rezagada y le está pidiendo a gritos –textual– al productor Chuck Lorre que le dé más profundidad a su personaje. El problema es que no hay por donde escarbar. De cabreo en cabreo y tiro porque me toca, ya no es la niña mimada de la serie, aunque se sigue comportando como tal. El último órdago que ha echado es sugerir que puede que se vaya de la producción ante el temor a encasillarse... Lo podía haber pensado en el capítulo séptimo de la primera temporada, porque poco ha cambiado desde entonces.

Neox «The Big Bang Theory». Hoy, maratón de la décima temporada