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La historia de nunca acabar

Las cadenas apuestan por producciones en las que se retoman los clásicos infantiles para darles una visión más adulta y contemporánea

La historia de nunca acabar
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Jugar con el niño que llevamos dentro. Ésta es la idea de la que parten dos de las series más afianzadas en la parrilla internacional: «Grimm» (NBC) y «Once Upon a Time» (CBS). Ambas ficciones recurren a los cuentos clásicos para levantar un proyecto con firma propia que, hasta el momento, ha calado en el espectador desde que empezaron en octubre de 2011. Es precisamente el público el que ha recogido de buen grado el desafío de las cadenas de trasformar una historia que se conoce al dedillo, pero que esta vez se ha camuflado detrás de una trama más adulta, en la que no hay que andarse con miramientos por el «qué dirán». La metamorfosis llega a un punto en el que se puede hablar de la «perversión de la esencia original con el fin de sorprender a una audiencia» a la que ya no es tan fácil asombrar porque ha «perdido la inocencia», como puntualiza el experto en televisión Álvaro de la Torre, profesor de la Universidad San Pablo CEU y director de Onceu.es, que también destaca como parte del éxito que estos productos se puedan acoplar a un «target» familiar.

Sin embargo, estas dos apuestas de las cadenas estadounidenses no son las primeras en mirar en las tramas infantiles del pasado. La precursora fue «Cuentos de hadas», una ficción que durante los años 80 recorrió medio mundo rememorando algunas de las historietas populares más famosas y que en España ofreció TVE en las navidades de 1987. Aunque lo único conocido no fueron únicamente sus historias, la actriz de «El resplandor» Shelley Duvall ejerció de productora, narradora e intérprete, así como Tim Burton y Francis Ford Coppola, que se encargaron de varios capítulos de los 26 que formaron «Cuentos de hadas». Más sorprendente son las apariciones en pantalla de Carole King, Frank Zappa y Mick Jagger, tres estrellas musicales que se metieron en el papel de la madre de Ricitos de Oro, de Atila y de un emperador, respectivamente. Lo que sí diferencia a esta serie de sus seguidoras es la fidelidad a la idea original, la cual se mantenía a base de unos guiones más sencillos. Algo que no pueden decir ni «Once Upon a Time» ni «Grimm», dos proyectos que han caído en la tendencia de la televisión actual de ir más allá y crear «obras de arte» –en palabras de Álvaro de la Torre– con sus guiones, demostrando, una vez más, la madurez que ha adquirido la pequeña pantalla, convirtiéndose en un medio con tanto prestigio como el cine y que cada vez se encuentra mejor valorado. Precisamente la ficción de la NBC presenta mañana en España –a las 22:25, en Calle 13– su tercera temporada, una nueva etapa en la que el universo de los hermanos Grimm volverá a ponerse en manos del último descendiente de su saga, el detective Nick Burkhardt, interpretado por David Giuntoli. Ahora, el agente deberá enfrentarse de nuevo a fuerzas mitológicas, demonios, hombres lobo y todo tipo de criaturas malvadas para mantener el equilibrio con el mundo real. Siempre desde una doble visión, la policíaca y la fantástica, y sin perder el aroma Grimm que la ha llevado a ser la fición más vista de la televisión estadounidense en la noche de los viernes. Más allá esta versión, la obra de los dos hermanos, Jacob y Wilhem, es de las que perdurarán en el tiempo, aparte de esta serie, en los últimos años se han podido ver adaptaciones en el cine de Rapunzel, con «Enredada», de Blancanieves, con una versión española encabezada por Maribel Verdú y Macarena García y otra en la que se pudo ver a Julia Roberts en el papel de Madrastra, «Mirror Mirror»; y de Hansel y Gretel, con una versión mucho más activa en la que los hermanos se convierten en cazarrecompensas quince años después de ser encerrados por la bruja.

La versión nacional

La otra serie que ha apostado por la «televisión del recuerdo», como la denomina el profesor De la Torre, es «Once Upon a Time», que no sólo comparte una base infantil con «Grimm», sino que también coincide en el número de episodios y temporadas, además de haber sido estrenada en la misma semana hace más de dos años. Sin embargo, este proyecto se encuentra a medio camino entre «Cuentos de hadas» y su compañera de parrilla, no guarda tantas similitudes con el original como la primera ni es tan oscura como la segunda, esta serie –que en España han emitido Antena 3 y AXN– destapa un mundo paralelo y de fantasía en el que viven todos los personajes de cuento, todo ello alrededor de Emma Swan (Jennifer Morrison), que en el mundo de irreal es la hija de Blancanieves y el Príncipe Azul.

Pero no todo son versiones extranjeras, Atresmedia trabaja en un proyecto en el que ha reimaginado cinco cuentos infantiles desde un punto de vista más misterioso y para adultos, «Cuentos del siglo XXI», con el que reaparecerán en la pantalla Caperucita Roja, Los Tres Cerditos, Blancanieves, Hansel y Gretel y La Bella y La Bestia.