España

Martín Ferrand,la raza de un periodista

Martín Ferrán, en una imagen de archivo
Martín Ferrán, en una imagen de archivolarazon

Figura imprescindible de prensa, radio y televisión falleció en Madrid a los 72 años

Uno de los «pocos periodistas en España que han tenido éxito en Prensa, radio y televisión. Y además uno de los pocos que han tenido éxito tanto en la faceta profesional como en la directiva», así define Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias de Televisión, a su tocayo Martín Ferrand. Este coruñés, nacido en diciembre de 1940 y que ayer falleció en Madrid a los 72 años tras una larga enfermedad, ha logrado que sus más de 50 años de carrera profesional estén ya en la historia de los tres grandes medios. Pero más allá de su indudable trabajo, el también periodista Jesús Amilibia dice de él que era un hombre «cordial y afectuoso» y cuenta cómo cada rato al lado de su amigo era como «asistir a la ceremonia del hombre ilustrado, un lugar lleno de historias y vivencias». Como su propio ADN periodístico le impulsaba, Martín Ferrand se mantuvo al pie de la actualidad hasta el final; así, su última y enésima aportación al mundo del periodismo está fechada hace apenas una semana, cuando el jueves 22 de este mismo mes abordó el conflicto de Gibraltar en su columna diaria del diario «Abc», donde escribía desde 2002.

Pero Manuel Martín Ferrand siempre destacó. En sus inicios en la Escuela Oficial de Periodismo logró imponer su sello, y con él, se licenció como número uno de su promoción. Y hasta se casó con la «más guapa y lista de su curso», cuenta Alfredo Amestoy, con el que compartió «una relación fraternal desde el principio e ininterrumpida desde hace 50 años». Para comenzar en la Prensa escrita se trasladó a la capital gaditana para dar sus primeros pasos en «El Diario de Cádiz». Posteriormente colaboraría con «Pueblo». En su recorrido por la geografía nacional, Martín Ferrand llegó a Madrid para probar un nuevo medio en Radio Popular, antes de ingresar en Televisión Española en 1960 como redactor de los servicios informativos. Allí, dirigió y presentó varios programas como «Nosotros», en el que coincidió de nuevo con Amestoy, «24 horas» e «Imágenes para saber». Su labor en la cadena pública la compaginó con su trabajo en la Cadena Ser, donde creó el programa «Hora 25», con el que logró un hueco de honor en la historia de la profesión, y por el que le fue otorgado un premio Ondas.

Su vuelta a la Prensa escrita le llega como director de «El diario de Barcelona» y posteriormente en el rotativo «Nuevo Diario». Igualmente, trabajó como articulista en «El Periódico» y colaboró en la revistas «Bazar» e «Interviú». En 1982 se convirtió en fundador y director general de Antena 3 Radio. Sin embargo, como reconoce Amestoy, «en el fondo era un televisista», lo que le llevó en 1989 a embarcarse en la ambiciosa aventura de dirigir la primera televisión privada de España, Antena 3 Televisión. El cambio de manos de la cadena le hizo dimitir y volver a la radio, en concreto a la Cope, donde trabajó en «Primera hora», «La linterna» o «La mañana», desde donde saltó para colaborar en «Protagonistas», en un mano a mano con Luis del Olmo.

En su última etapa periodística dejó su prosa en una columna en el periódico «Abc». De sus escritos, comenta Campo Vidal que le encantaba «su ironía a la hora de escribir. Era un finísimo estilista y un hombre extrañamente culto».