Televisión

Sorpresa: me caso y no sé con quién

Antena 3 estrena esta noche a las 22:40 horas «Casados a primera vista»

Toñi y Laurent se conocerán y verán por primera vez el día del enlace en el altar
Toñi y Laurent se conocerán y verán por primera vez el día del enlace en el altarlarazon

Desde pequeños todo el mundo sueña con su futuro, idea en su cabeza la boda perfecta con la persona correcta en un entorno de ensueño, pero ¿alguna vez imaginó que su invitación de boda rezaría este mensaje?: «En 48 horas te casas en Cancún con una persona que aún no conoces», pues así es como los ocho candidatos de «Casados a primera vista» descubren que son ellos los seleccionados para formar parte de este formato, pionero en España, en que los protagonistas de cuatro bodas a punto de celebrarse son completos desconocidos cuyo primer contacto se produce delante del altar minutos antes de pronunciar el «Sí, quiero». El programa, parte del formato de éxito «Married at First Sight», creado por Snowman Productions para la televisión danesa, y, además de en Dinamarca, ha cosechado muy buenas audiencias en Estados Unidos, Suecia, Finlandia, Alemania y Noruega. Hoy llega al «prime time» de Antena 3, producido por Boomerang TV en colaboración con Big Bang Media y, según su trayectoria por el resto de Europa, promete no dejar a nadie indiferente. «Se trata de un formato que es técnicamente muy complejo, requiere muchos equipos técnicos operativos porque hay que tener en cuenta que después la acción se divide entre las cuatro residencias de las parejas. Son muchas horas de grabación y visionado con el posterior trabajo de catalogación y edición», comenta el productor ejecutivo de Big Bang Media, Alberto Carullo.

Para la selección de los contrayentes, un equipo de expertos se ha basado en los resultados del Test Vipscan, un sofisticado formulario de compatibilidad en el que los candidatos se sometieron a más de 400 preguntas de todo tipo. En él se ha medido la inteligencia, capacidad de expresión, personalidad y forma de relacionarse de todos los aspirantes.

Una boda en el paraíso

«Se han presentado muchísimas personas y se trata de un casting muy complejo. Cuando se les comunica que deben casarse sin conocerse muchos de los candidatos se retiran. Además, hay que tener en cuenta otro punto importante, y es que debe darse un alto porcentaje de compatibilidad para que se pueda emparejar a las dos personas, como mínimo deben tener un 70% en común para que se den posibilidades de éxito», dice la directora de programas de entretenimiento de Atresmedia, Carmen Ferreiro, y matiza: «Hemos buscado gente real de la calle con muchas ganas de casarse, que lo ha intentado todo de todas las maneras posibles y al final su ilusión en la vida es encontrar pareja y sobre todo la estabilidad. En ocasiones, hay gente que se echa para atrás justo cuando llega el compromiso, por este motivo no les parece tan mal empezar una relación casándose». El factor sorpresa, la espontaneidad y la naturalidad son los puntos fuertes del formato. «Es realidad pura, todo lo que pasa es de verdad, cada persona reacciona de una manera: a unos les parece todo maravilloso, otros están incómodos, otros se sienten que están en una película. Las cuatro bodas son muy diferentes entre sí», comenta la productora ejecutiva de Boomerang TV, Encarna Pardo.

El lugar elegido para celebrar los enlaces es Cancún. Según Ferreiro es así «principalmente por temas legale. En España la ley obliga a conocer lo datos de los contrayentes previamente, y a través de internet y las redes sociales podrían haberse buscado y visto antes del matrimonio. Para mantener el anonimato de una forma muy pura y que se conozcan justo en el momento de la boda hemos querido trasladarlas hasta allí, porque en Cancún este requisito no es necesario». En el primer programa «se presenta a los 8 contrayentes para que el espectador pueda meterse en la historia y conocer a los protagonistas», afirma Encarna Pardo. Además, la audiencia será testigo de la primera boda, en la que Toñi, una gaditana con un hijo que lleva soñando toda su vida con vestirse de blanco, dará el «sí quiero» a Laurent, un belga que regenta un restaurante en Murcia. La barrera idiomática en este matrimonio será clave cuando empiecen a conocerse, ya que para ambos la lengua del otro se presenta como un problema para mantener una conversación fluida.