Comunicación
Un «Gran Hermano» en paños menores
Diez niños de cuatro años se conocen en una guardería repleta de cámaras que ellos no pueden ver. A partir de ese momento el espectador se adentrará en un mundo desconocido: cómo se relacionan entre ellos sin la presencia y la protección de sus padres, una curiosidad que comparten muchos progenitores en todo el mundo. Canal Plus se la despeja con «La vida secreta de los niños», una producción de Channel 4 que está emitiendo los domingos en España Canal+. Cualquier movimiento, suspiro, discusión o gesto de complicidad, además de las lágrimas por algún sentimiento de frustración o irritación o las risas cuando son complacidos, serán recogidos por la pequeña pantalla. Los críos son observados por sus padres y tres científicos: el profesor Paul Howard-Jones, Sam Vass y Elizabeth Smith. Éstos analizarán cómo se desarrollan sus habilidades sociales, su formación emocional, así como la empatía y moralidad que exhiben los pequeños. Según los expertos, a los cuatro años se vive una de las etapas fundamentales de la vida, ya que es una de las primeras ocasiones en que los niños empiezan a socializar con sus iguales fuera del ámbito familiar.
El documental se convirtió en un hito para Channel 4. Sin embargo no pudo escapar a la polémica porque muchos lo calificaron como un «Gran Hermano» de niños, ya que se entraba en la intimidad de los menores. La cadena se defendió alegando que los padres habían mostrado su aprobación por escrito, pero muchos consideraron que eran unos irresponsables. El doctor en Psicología y Ciencias de la Salud y ex defensor del menor en la Comunidad de Madrid, Javier Urra, cree, aunque matiza con prudencia, que «no vulnera sus derechos». Para ello se basa en tres argumentos: que se haya conseguido el permiso de los padres –algo que es evidente, ya que participan en el programa-, que se haya informado a la Fiscalía y, sobre todo, que «sea un programa que no dañe su integridad y su honor, y no ha sido así». ¿Cómo les puede afectar esta sobreexposición a los pequeños? Urra afirma que a esa edad «no pueden ser muy conscientes de que les están observando, sobre todo si los temas de producción, la colocación de las cámaras y demás aspectos técnicos pasan inadvertidos para ellos».
Un auge en la parrilla
En todo caso, Urra precisa que hay que ser muy prudentes con estos programas de televisión que tienen como protagonistas a menores. De un tiempo a esta parte los espacios con niños como protagonistas han crecido proporcionalmente en la programación de las cadenas españolas, en especial en Telecinco, con «La voz kids» y «Pequeños gigantes», y en La 1, con «Masterchef Junior». Aunque Urra duda «que sean atractivos para la audiencia adulta», los espectadores han respondido a ellos. La audiencia media de «La voz kids» en su segunda temporada, que se emitió este año, fue de un 28,1 de cuota de pantalla y 4,4 millones de espectadores. En el caso de «Pequeños gigantes», obtuvo un 25,1 de share y 3,3 millones de televidentes, mientras que «Masterchef Junior» en temporadas anteriores tuvo una audiencia media del 20 por ciento y 4,3 millones, aunque en la que se está emitiendo en la actualidad ha pinchado ligeramente.
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