Conmoción en Argentina por la muerte de un adolescente que pesaba 11 kilos

La muerte de Óscar Sánchez ha conmocionado a argentina por la dureza de su historia. El pasado martes, el joven de la Provincia del Chaco (Argentina), de 14 años, perdió la dura batalla que mantenía para poder sobrevivir en el Hospital Pediátrico de Resistencia. Era muy complicado. Con una desnutrición severa -pesaba tan solo 11 kilos- y aquejado de tuberculosis, neumonía y meningitis había ingresado un día antes en el hospital, al que llegó procedente de centro de la zona de El Impenetrable (su lugar de residencia) y después de haber pasado por varios hospitales más.

Uno de sus médicos tratantes indicó al diario argentino "La Nación"que Óscar "estaba gravemente enfermo de tuberculosis, con una severa desnutrición asociada a la enfermedad". Cuando ingresó al Hospital Güemes, desde donde fue derivado a Resistencia, el adolescente también padecía "meningitis"y "una aguda neumonía".

El Centro de Estudios Nelson Mandela (CENM), una organización no gubernamental que trabaja con los sectores más excluidos y realiza informes de investigación social, denunció que la víctima fue mal atendida en el puesto sanitario de Fortín Lavalle, donde vivía, y en el hospital "Néstor Kirchner". "Ingresó al Hospital Pediátrico de Resistencia con pocas posibilidades de vida", señaló la organización.

En Argentina destacaron que este caso es similar al de Néstor Femenía, otro niño que murió el pasado mes de enero en Resistencia por un cuadro de tuberculosis pulmonar. Por la muerte de Néstor, que padecía un severo cuadro de desnutrición, fueron imputados el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, el ex ministro de Salud, Juan Manzur, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

"Nos duele a todos. Nosotros siempre decimos o nos enfocamos en cuánto hemos avanzado, es decir, de tener más de 950 casos bajo vigilancia, hoy tenemos 140, pero eso no significa que esté bien. No estaremos tranquilos hasta el día que no tengamos ningún caso", aseguró el miércoles el ministro de Salud de Chaco, Hugo Sager, en diálogo con radio Natagalá, al ser consultado sobre la muerte de Oscar.

El adolescente residía en un lugar muy pobre de Fortín Lavalle, en la zona de El Impenetrable, a 263 kilómetros al noroeste de la capital provincial.

"La tuberculosis, la desnutrición, la mal nutrición, la anemia, el Mal de Chagas, la parasitosis y otras enfermedades vinculadas con la pobreza y el fracaso del sistema socio-sanitario público están haciendo estragos en las comunidades indígenas que viven en El Impenetrable", advirtió el Centro Mandela.

Precisamente, una de estas organizaciones indígenas salió al paso de las acusaciones de negligencia e indicó que se trata de una campaña contra el Gobierno. En declaraciones a una cadena de televisión, Daniel Segovia, presidente del Consejo Nacional Indígena, desligó al Gobierno de la responsabilidad de la muerte y declaró que "los factores de la muerte de Óscar Sánchez son amplios, pero en ningún momento hacen que el gobierno provincial o nacional sea el responsable de la muerte de este chico".

"El Estado tiene fallos y le queda trabajo por hacer, pero ya se ha hecho mucho. Esto es una absoluta campaña mediática en contra del kirchnerismo en el Chaco. Hay mucha gente que está esperando como buitres a que se muera uno de estos pibes -niños-. No se puede negar que la desnutrición existe pero tampoco se puede negar lo que se ha hecho. Es muy triste ver cómo los jefes y caciques de estas comunidades dejan abandonados a estos chicos a la suerte de una donación. Los dejan a la desidia absoluta", manifestó Segovia.

En medio de las repercusiones políticas que tuvo la muerte de Óscar Sánchez en pleno año electoral, Félix Díaz, líder de la comunidad qom, sí consideró que es el Gobierno responsable de la suerte de su comunidad: "La desnutrición existe y no sólo en los chicos, hasta los mayores mueren por la falta de alimentación. A mi modo de entender la responsabilidad la tiene el Estado, porque la Constitución dice que se debe garantizar la identidad de los pueblos originarios, de todos sus ciudadanos, no sólo de los pueblos. No puede ser que un Estado que se jacta de los derechos humanos permita que pase esto".